Si bien existen diferencias en cuanto a aquellos que venían más retrasados –y por ende propone aumentos superiores- y algunos que solo movieron levemente los valores, lo concreto es que el retraso que exhiben todos los precios de los quesos con relación a otros alimentos y el movimiento estacional que se produce cada inicio de año, cuando baja la producción de leche en los tambos, han constituido un combo alcista, desde el inicio de la segunda semana de enero.
En el mes de diciembre, los precios de alta humedad (Cremoso, Cuartirolo y Por Salut) habían subido poco más de un 6%, los semiduros (con gran demanda de barras, por el incremento del turismo interno), poco más de un 5% y los duros solo un 3,5%, pero desde la segunda semana de enero de 2023 aparecieron listas con aumentos sustantivos, en algunos casos del orden del 15%, aunque siempre el precio final se achica en función del volumen de compra, el plazo y la relación comercial.
En las nuevas listas de pymes queseras -con precios finales-, el cremoso se mueve en el entorno de los $800, la barra bordea los $1.000 y el sardo perforó el techo de $1.200
El Observatorio de Cadena Láctea ya había dado cuenta del retraso de precios
El nivel general del índice de precios internos al por mayor (IPIM) registró un aumento de 6,1% en diciembre de 2022 respecto del mes anterior, y acumula una suba del 94,8% en los últimos 12 meses.
Por su parte el índice mayorista de precios de Alimentos y Bebidas registró un aumento de 5,9% en diciembre de 2022 respecto del mes anterior, y acumula una suba del 91,5% en los últimos 12 meses, destacó un reporte del Observatorio de la Cadena Láctea generado con datos del INDEC.
El índice mayorista de precios de los Lácteos registró un aumento de 4,9% en diciembre de 2022 respecto del mes anterior, y acumula una suba del 87,5% en los últimos 12 meses.
En el cuadro superior puede observarse que los precios de los productos lácteos en su versión mayorista (Salida de Fábrica: al que vende la industria), están por debajo de los precios de su propia categoría Alimentos y Bebidas en la variación interanual y están también por debajo, en el anual, del índice mayorista general.
Los productos lácteos han tenido una fuerte recuperación en 2021 y lograron alcanzar a alimentos y bebidas (incluso lo superaron en algunos meses), y respecto al cual traían un importante retraso en el último trimestre de 2020 y el primer trimestre de 2021. Ya a fines de 2021 y en todo 2022 la variación de precios de Alimentos y Bebidas se comienza a ubicar por encima de la variación de precios de los productos lácteos.
Si comparamos los precios de los lácteos del índice de precios minoristas (con datos de GBA, ya que no hay un índice lácteo minorista nacional), que presentaron a diciembre de 2022 una suba interanual del 110,4%, vemos que los precios mayoristas de los lácteos están 20,4 puntos porcentuales por debajo. Y si lo hacemos con los precios de la Ciudad Autónoma de Bs. As., la diferencia es de 11 puntos por debajo.
En el gráfico siguiente podemos observar cómo se desempeñaron los precios minoristas de los lácteos (lácteos y huevos GBA, que mide INDEC) y los precios mayoristas de los mismos (valor al que vende la industria o también denominado en salida de fábrica). La zona punteada, entre junio/21 y diciembre/22 indica el “diferencial de variación mensual” entre el precio que paga el consumidor y al que vende la industria (incremento del mark up), y allí se ve como existe en los últimos 18 meses, un diferencial en contra de los precios mayoristas de 22 puntos porcentuales. Esto marca claramente el retraso de precios de los productos lácteos en el valor al que factura la industria.
El flyer siguiente –que incluye el reporte del Observatorio de la Cadena Láctea generado con datos del INDEC-. trata de mostrar cómo se da el retraso mencionado en el ajuste de los precios a los que vende la industria respecto a los que paga el consumidor final. Si al valor por litro de leche equivalente en salida de fábrica para el mercado interno de diciembre de 2021 ($ 66,57/litro), en lugar de aplicarle el incremento mayorista (87,5%), le aplicaríamos el incremento minorista (110,4%), se generaría un diferencial de $ 15,24 que quedarían para la industria y la producción primaria. Teniendo en cuenta que la venta minorista está en el orden del 70%, quedarían netos $ 10,67/litro equivalente y con una participación del productor del 58% sobre el valor de salida de fábrica del total sistema, implicaría una mejora de $ 6,19/litro de leche (+9,1% del precio percibido). El precio al productor sería de $ 74/litro muy cercano al Precio de Equilibrio que indicaran los Costos Regionales de Producción de INTA de dic/22, demostrando que como decimos siempre, la cadena genera un valor suficiente para hacer rentable el negocio de sus eslabones, pero no logra percibirlo, por las diferentes interferencias del contexto macroeconómico.
Cabe mencionar que el precio al productor que indica SIGLeA tuvo un incremento interanual del 92,8%, por encima de la suba de precios mayoristas de los lácteos (precio al que vende la industria), que se incrementaron 87,5%.
Fuente: Todo Lechería