La multinacional francesa Danone ha paralizado la actividad en dos de sus siete plantas de producción en España como consecuencia de la huelga de transportistas. Las fábricas que han cesado su producción se corresponden a una planta de productos lácteos –de las cuatro que dispone en España la compañía– y a una de las tres embotelladoras de agua mineral. Danone ha rechazado especificar las localizaciones de las plantas afectadas alegando “motivos de seguridad”.
En el caso de la planta láctea, la causa de la paralización ha sido la imposibilidad de conseguir la materia prima a causa de la huelga de transportistas. Fuentes de Danone y Lactalis han confirmado a este medio que están sufriendo interrupciones en toda la cadena láctea, desde la recogida de la leche en las granjas hasta la distribución de los productos terminados a los establecimientos comerciales.
Prevé cerrar otras dos
Además de la dificultad para acceder a la leche, un producto altamente perecedero, las distribuidoras de lácteos se enfrentan al desabastecimiento de otros elementos necesarios tanto en el proceso de transformación como en la distribución de los productos. Fuentes de Lactalis han confirmado a este medio que en algunas de las plantas no tienen suministro de palets y plásticos necesarios para el embotellamiento de la leche.
Con este escenario, Danone no descarta tener que paralizar la actividad en otras dos fábricas si no reciben las materias primas necesarias en las próximas horas. Este hecho, advierte la multinacional francesa, “provocará la interrupción de suministro tanto de agua mineral natural como de productos lácteos a nivel nacional”.
El ultimátum de las distribuidoras
Ya este martes Danone y Lactalis advirtieron de que si Gobierno y transportistas no alcanzaban un acuerdo en 24 horas, se verían obligados a interrumpir de forma temporal la actividad en sus plantas. Tal y como anunció, la empresa ha comenzado a tomar las primeras medidas, aunque insiste en que están haciendo los máximos esfuerzos para mantener su actividad dentro de la normalidad.
Fuente: Cronica Global