Un estudio liderado por Celan-Alpina confirma que los procesos industriales conservan nutrientes.
Un estudio liderado por el Centro Latinoamericano de Nutrición (Celan) junto con la empresa Alpina buscó esclarecer la verdad detrás de los mitos y las dudas que existen en Colombia sobre la calidad de la leche que se consume a diario. El análisis se hizo público durante un foro educativo denominado Diálogos Nutritivos y reveló hallazgos esperanzadores para el sector lácteo.
Procesos industriales y nutrientes preservados
Uno de los mitos más extendidos es que los procesos industriales —como la pasteurización, el tratamiento UHT o la fermentación— degradan los nutrientes esenciales de la leche. Contrario a ello, el estudio afirma que esas técnicas no solo no eliminan los valores nutricionales clave, sino que aportan seguridad alimentaria, mejoran la digestibilidad y permiten una mejor trazabilidad y control.
Además, se enfatizó que esos procesos están respaldados por controles estrictos en toda la cadena: desde la producción primaria (el ordeño y manejo del ganado) hasta las etapas de envasado y distribución. La homogeneización y los avances tecnológicos aplicados han elevado los estándares de seguridad.
Escepticismo histórico vs datos actuales
En el foro se resaltó que un sector significativo de la población mantiene la idea de que “la leche de antes era mejor”. De hecho, una encuesta indica que un 55 % de los colombianos piensa que la leche moderna es menos beneficiosa. Pero los resultados del estudio apuntan en dirección opuesta.
Para contrarrestar ese escepticismo, la nutricionista Cristina Posada (directora de Celan) subrayó que la investigación pasó por rigurosas pruebas y respaldos técnicos, desmontando prejuicios comunes con evidencia científica.