La primera licitación mensual de la neozelandesa láctea Fonterra volvió a mostrar un descenso en el indicador promedio y precios para la tonelada de leche en polvo por encima de US$ 3.100. El producto tuvo una caída de 3% respecto a la última licitación de mayo.
Los contratos de leche en polvo entera para junio cotizaron US$ 3.145 y para agosto US$ 3.194, pero muestran una pequeña suba a US$ 3.189 para septiembre.
A su vez, la leche en polvo descremada cotizó US$ 2.755 por tonelada, no mostrando variantes frente al valor logrado a finales de mayo. Los contratos a futuro para julio cerraron a US$ 2.919 y caen un mes más tarde a US$ 2.724. Sin embargo trepan hasta US$ 2.797 en primavera.
El producto con mayor valorización en la licitación de ayer fue el queso Cheddar (subió 7,4%) y cotizó US$ 4.668 por tonelada. Le siguió la grasa butírica con una valorización de 1,8% y un precio por tonelada de US$ 4.728.
El precio de la manteca prácticamente se mantuvo igual, con apenas una suba de 0,5% y un cierre de US$ 5.088 por tonelada.
China
El mercado sigue sintiendo las menores compras de China, el mayor importador de lácteos del mundo.
Según las previsiones del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), en caso de la leche en polvo, la producción del producto en China creció casi 1,18 millones de toneladas para este año y por lo tanto, también se espera que las existencias superen los niveles del año anterior con algunas instalaciones de almacenamiento ya en plena capacidad.
El consumo anual alcanzaría 1,74 millones de toneladas. En el primer trimestre de 2023, el uso de la leche en polvo entera en el sector de la panadería se está recuperando gradualmente. Con mayor stock, se espera que los procesadores de alimentos sustituyan la importada por la nacional. El USDA estimó una menor importación de leche en polvo entera este año, con una reducción de 600 millones de toneladas debido a los precios altos y al aumento de la producción de China.