La industria láctea en Uruguay ha sido uno de los pilares fundamentales de la economía agropecuaria del país durante décadas. No obstante, en los últimos años, el sector ha experimentado fluctuaciones significativas en cuanto a la producción y remisión de leche a los complejos industriales. De acuerdo con un informe reciente del Instituto Nacional de la Leche (Inale), si bien ha habido una leve mejora en los últimos meses, los niveles de remisión aún se encuentran por debajo de los registros previos, especialmente comparados con los picos históricos de producción.
Uno de los factores que ha influido negativamente en la producción de leche este año han sido las lluvias excesivas que se presentaron durante el otoño. Estas precipitaciones, especialmente adversas para los sistemas productores de leche, provocaron una disminución significativa en la producción a partir de abril de 2024. Según el informe del Inale, durante los primeros tres meses del año (enero, febrero y marzo), la producción se mantuvo estable o incluso superior en comparación con el mismo período del año anterior. Sin embargo, desde abril en adelante, la producción ha estado en constante declive.
Las lluvias excesivas afectan directamente las condiciones de los campos donde pastan las vacas, complicando el acceso a pasturas de buena calidad, lo que repercute en la producción de leche. A pesar de estos desafíos climáticos, el sector ha demostrado su resiliencia, aunque todavía está en proceso de recuperación.
Caída en la remisión de leche
El informe del Inale destaca tres indicadores clave que reflejan la caída en la remisión de leche a las plantas industriales en Uruguay: la remisión del mes de setiembre, la remisión acumulada de enero a setiembre de 2024 y los registros de los últimos 12 meses móviles.
Remisión mensual de setiembre: En setiembre de 2024, la remisión total fue de 206,2 millones de litros, con un contenido de 15,6 millones de kilos de sólidos (grasa y proteína), lo que representa una disminución del 2,4% en comparación con el mismo período del año anterior.
Remisión acumulada de enero a setiembre: Durante los primeros nueve meses de 2024, se remitieron un total de 1.443 millones de litros de leche, con un contenido de 112 millones de kilos de sólidos, lo que equivale a una caída del 3,7% en comparación con el mismo período de 2023.
Remisión en los últimos 12 meses móviles: En los últimos 12 meses, la remisión alcanzó los 2.046 millones de litros, con un contenido de 157,3 millones de kilos de sólidos, lo que refleja una baja del 1,7% respecto a los 12 meses anteriores.
A pesar de estas caídas, setiembre de 2024 fue el mes con la mayor remisión mensual registrada en el año. Este dato sugiere una leve recuperación en comparación con meses anteriores, aunque aún está por debajo de los registros históricos.
Para tener una visión más amplia de la situación, es importante analizar cómo ha evolucionado la remisión de leche en Uruguay en los últimos años. Según datos del Inale, los últimos seis años presentan altibajos en términos de volumen de leche remitida a las industrias:
En 2023, la remisión fue de 2.114 millones de litros, lo que representó un aumento del 1,2% en comparación con 2022.
En 2022, la remisión fue de 2.089 millones de litros, una caída del 1,4% en comparación con 2021.
En 2021, se remitieron 2.118 millones de litros, un aumento del 1,9% respecto a 2020.
En 2020, la remisión fue de 2.078 millones de litros, un crecimiento significativo del 5,5% en comparación con 2019.
En 2019, la remisión fue de 1.970 millones de litros, una caída del 4,5% respecto a 2018.
En 2018, se remitieron 2.063 millones de litros, un aumento del 7,2% en comparación con 2017.
El mejor registro anual en lo que va de este siglo se alcanzó en 2021, con 2.118 millones de litros remitidos. En contraste, el peor registro ocurrió en 2002, cuando solo se remitieron 1.109 millones de litros.
Además del volumen de leche remitida, es importante considerar la composición de la misma en términos de sólidos, específicamente el contenido de grasa y proteína, ya que estos componentes son fundamentales para la calidad de los productos lácteos. En setiembre de 2024, el contenido de grasa fue del 3,83%, mientras que el de proteína fue del 3,54%. Estos valores están levemente por debajo del promedio anual de 2023, pero siguen siendo competitivos a nivel regional.
El contenido de grasa más alto en lo que va de 2024 se registró en mayo, con un 4,17%, mientras que el contenido de proteína más alto se observó en abril, con un 3,64%. Estos componentes son esenciales para determinar la calidad y el valor de la leche, especialmente en productos como quesos y mantecas, que dependen de altos contenidos de grasa y proteína.
A pesar de la caída en la producción y remisión de leche, el sector lácteo uruguayo enfrenta el futuro con optimismo. Los expertos señalan que la clave para la recuperación radica en mejorar la eficiencia en la producción, adaptarse a las condiciones climáticas cambiantes y aprovechar las oportunidades en el mercado internacional.
El auge de la demanda de productos lácteos de alta calidad en mercados como China y el sudeste asiático ofrece oportunidades de crecimiento para los productores uruguayos. Sin embargo, para capitalizar estas oportunidades, es necesario invertir en tecnología, mejorar la genética del ganado y optimizar las prácticas de manejo.
La industria láctea uruguaya ha demostrado su resiliencia frente a los desafíos, pero aún enfrenta un largo camino hacia la plena recuperación. Las lluvias excesivas y otros factores climáticos han afectado negativamente la producción, lo que ha resultado en una disminución de la remisión de leche a las plantas industriales. Sin embargo, los registros de setiembre muestran una leve mejora, lo que ofrece esperanza para el futuro del sector.
Con inversiones en tecnología y un enfoque en la calidad de los productos, el sector lácteo uruguayo tiene el potencial de volver a los niveles de producción anteriores y aprovechar las oportunidades en los mercados internacionales.
Fuente: https://america-retail.com/