Leandro Galarraga es presidente de la Asociación Nacional de Productores de Leche (ANPL) y maneja el tambo familiar que comenzó su abuelo. Sostiene que la lechería uruguaya “debe tener su propia herramienta de Financiamiento” y para eso la gremial le encomendó al estudio CPA Ferrere la instrumentación de un Fondo Anticíclico que ayude al sector a protegerse de los daños que ocasionan las caídas de precios en el mercado internacional. “Una vez terminado se le presentará al resto de las gremiales y al Inale, para llegar a un consenso y posteriormente elevarlo al Poder Legislativo” para que lo transforme en una Ley. La lechería enfrenta un momento difícil.
-¿Cuál es la actual situación de la lechería uruguaya?
-Climáticamente vivimos una situación bastante compleja, donde tuvimos un déficit hídrico muy importante en la primavera (no es usual). Eso afectó de gran manera el poder hacer reservas en los tambos, fueron muy pocas y la producción cayó rápidamente. En octubre que es cuando hacemos el pico de producción, cerramos el mes alrededor de 3,5% por debajo del pico de igual mes de 2021, con una disminución muy fuerte del stock de forraje. Se cosechó mucho menos pasto y cuando no tenemos pasturas, hay que hacerle frente con suplementación.
-Es la época del año en que la lechería se apoya más en el pasto, pero como explicó, se tienen que usar más concentrados y raciones por la sequía ¿cómo está hoy la relación grano-leche?
-Hoy está bastante desfavorable respecto al valor histórico, por más que el precio de leche que recibe el productor es bueno. Estamos casi en una relación grano-leche de uno a uno y sin dudas que eso complica mucho la ecuación y principalmente los costos productivos, más cuando no pudimos hacer la cantidad de reservas suficientes en la primavera pasada.
-Mirando para adelante ¿ya está todo el partido jugado?
-Diría que está todo medio jugado. La idea es tratar de implantar lo mejor posible los cultivos de verano, sean sorgos como maíces. Hay muchas zonas en las que todavía no se ha podido sembrar, porque las condiciones climáticas no lo permitieron.
-No hay duda que con el clima y los costos en contra se está afectando la inversión en el sector.
-Sin duda que sí y de gran manera, por más que Conaprole anunció en las últimas horas que en noviembre y diciembre va a mantener el precio de leche al productor. Esa es una muy buena noticia, vamos a estar cobrando en el entorno de US$ 0,40 por litro o un poquito por encima, pero hay una gran volatilidad a nivel mundial en los costos. Los fertilizantes bajaron algo de precios, pero subió el precio del maíz y la cáscara. Eso nos preocupa mucho, porque ante la falta de fibra el concentrado es lo único con lo que podemos mantener a los ganados.
-¿Se está visualizando un verano que será difícil para los tambos si la situación no cambia?
-Habrá que pasarlo lo mejor posible para encarar la temporada más grande de partos en el otoño, de la mejor manera posible. Eso sin duda que se puede capitalizar si las lluvias se empiezan a normalizar. Si no llueve como debería, la lechería vivirá una situación muy compleja porque los stock de reservas en los establecimientos son muy menguados y va a ser difícil poder pasar el verano con los volúmenes de reservas que tenemos.
-Una de las metas que planteó cuando asumió la presidencia de la Asociación Nacional de Productores de Leche fue lograr la creación de un Fondo Anticíclico o Ley de lechería. ¿Se logró avanzar hacia la concreción de esa meta?
-Hemos analizado en estos últimos tiempos que la volatilidad en los precios de los lácteos es cada vez más frecuente. En estos últimos años eso se agudizó y en un año tuvimos precios de US$ 4.800 por tonelada para la leche en polvo entera y ahora una caída a US$ 3.200 por tonelada en poco más de seis meses. Eso muestra una gran disparidad. En estos últimos años, el sector adoptó una herramienta como el Fondo de Financiamiento de la Actividad Lechera (FFAL) que sirvió en muchos lugares para paliar la situación de la lechería, pero entendemos que esta herramienta, con el correr del tiempo, se desgastó. Cuando la crisis se agudiza ahí salimos todos a buscar financiamiento y cuando surgen estos fideicomisos que apalancan a los productores, pero luego tenemos múltiples quejas sobre esta forma de financiarnos, llegó el momento de adelantarnos a la jugada.
-¿Cómo?
-Hay que tratar de tener nuestro propio fondo y nuestra propia herramienta financiera, para cuando se genere esta caída de precios internacionales, ya tenerla funcionando.
-¿Qué avances destacaría?
-Encomendamos al Estudio CPA Ferrere para poder diagramar una herramienta financiera con estas características y ahora estamos llegando al final de la redacción del primer borrador. En cuanto se pueda se lo vamos a estar presentando al resto de las gremiales lecheras y al Instituto Nacional de la Leche (INALE) para poder, entre todos, llegar a un consenso final. Luego se le presentará al Poder Legislativo, para que lo apruebe y lo transforme en Ley.
-¿Cómo se nutriría ese Fondo Anticíclico que se intenta poner a funcionar?
-En 2024 se terminará el aporte de $ 2 por litro a la leche fluida. Ese aporte se puso por un reconocimiento a los productores, porque habíamos decidido no ajustar el precio de la leche al público durante un determinado período, pese a que habíamos perdido alrededor de US$ 100 millones. Con ese aporte, se creó el Fondo de Garantía Lechero (Fogale) que se terminaría de pagar en 2024. Nuestra idea es que ese aporte siga y formar el Fondo Anticíclico, que tendrá también un aporte de los productores para poder nutrirse de más dinero.
-¿En qué otros temas viene trabajando la gremial que preside?
-Lo fundamental y a lo que le hemos dedicado mucho tiempo es el Fondo Anticíclico. A su vez, con las distintas gremiales venimos trabajando en otros temas que afectan a la lechería, como el costo de la energía eléctrica. En este punto se consiguió, por un año más, el descuento en la tarifa para el sector lechero y quedamos trabajando para el próximo año, buscando que quede definitivamente.
-Las gremiales lecheras hicieron saber al Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos que estaban en contra de la eliminación del sangrado obligatorio contra brucelosis al momento de realizar la refrendación de tambos. ¿Por qué?
-Estamos preocupados y venimos trabajando fuerte en brucelosis bovina. El MGAP piensa eliminar el sangrado obligatorio para la refrendación de tambos. Las gremiales hicimos un relevamiento, donde contemplamos la opinión del Centro Médico Veterinario y distintos sectores. Entendemos que no es prudente esa decisión y le hicimos llegar esa postura al ministro.
-En el sector lechero la brucelosis está mucho más controlada que en el ganado de carne. ¿La postura de los productores es por miedo a que se pierdan todos esos avances?
-Los productores lecheros creemos que estamos en una buena situación en lo que refiere a brucelosis, pero eso es gracias al trabajo sanitario que se viene haciendo desde hace muchos años y al seguimiento de los sangrados obligatorios para la refrendación de tambos.
Tenemos miedo de que si el MGAP decide eliminar esos sangrados en la lechería la situación sanitaria respecto a brucelosis se vuelva a complicar y se pierda todo el terreno ganado en estos años de trabajo. Si todas las gremiales lecheras entendemos que no es prudente la medida que propondrá el MGAP, es probable que ese sangrado obligatorio para la refrendación de tambos no se elimine.
-Y respecto a tuberculosis bovina ¿cuál es la postura?
-En esta enfermedad, luego de la salida de Olam de la lechería uruguaya, que fue el foco más importante que hubo, se siguió trabajando fuerte. En estos últimos tiempos venimos con una prevalencia menor. No es una enfermedad que está controlada en la lechería, pero no hay duda que estamos mucho mejor posicionados que tiempo atrás.
-¿Por dónde pasan los desafíos de la lechería?
-Enmarcándolo con lo que fue el Foro de Foprole, uno de los principales desafíos que vemos está vinculado con los temas medio ambientales. La lechería a nivel mundial está teniendo muchas restricciones en este segmento. Tenemos que trabajar mucho, porque las exigencias de los compradores son cada vez más recurrentes y se mira con mayor énfasis la producción, cómo se producen los alimentos que consumen y qué impacto causa en el medio ambiente esos sistemas productivos.
-¿Conseguir que los jóvenes uruguayos vean a la lechería como un sector atractivo forma parte de los desafíos?
-Sin duda que sí. Es muy importante ese recambio generacional en el sector, porque se ve como una gran limitante de lo que es la lechería a nivel mundial, que hay que hacerlo más atractivo para los jóvenes y conseguir herramientas que les faciliten el trabajo para que sigan en el sector.
Brucelosis: sin fecha para una reunión que será clave
Todavía no hay fecha para la reunión que mantendrá el Director General de los Servicios Ganaderos, Diego De Freitas con las gremiales lecheras, luego de que manifestaron su postura en contra de la eliminación del sangrado obligatorio anual para la refrendación de tambos contra la brucelosis bovina. El jerarca quiere explicarle a los productores por qué se adoptará la decisión, mostrarle los números de la campaña y evacuar dudas.
Es que, reunidas en Florida, las gremiales lecheras emitieron un comunicado pidiendo mantener los sangrados y aseguraron en un comunicado: “estamos convencidos que la presión sobre la detección es clave para mantener la actual situación epidemiológica del rodeo lechero”. En este sector, la brucelosis bovina tiene menor prevalencia que en ganado de carne.
Las gremiales lecheras dicen tener “ciertos reparos acerca del efecto dilución de la “Prueba de Elisa en Leche”. A su vez, en el mismo comunicado, pidieron que “se continúe con el sangrado y el test de Rosa Bengala dentro de las exigencias para las refrendaciones anuales de tambos”.
Días atrás, De Freitas explicó a El País: “buscamos aflojarle la cincha al tambero. Hay 3.410 predios lecheros registrados en el Sistema Nacional de Información Ganadero (SNIG). Tomando todos esos predios hay nueve focos positivos, estamos hablando de 0,02% de prevalencia”, remarcó el jerarca. “Después tenemos 338.621 sangrados este año que se hicieron por refrendación de tambos, dieron 88% positivos que representan 0,025%. Estamos hablando de una prevalencia mínima”, remarcó. Apeló a más números: “tenemos 338.621 sangrados este año que se hicieron por refrendación de tambos y dieron 88% positivos que representan 0,025%. Es una prevalencia mínima”, aclaró. Los productores no están tranquilos con los cambios propuestos.