En casi todos los 38 países abarcados en un estudio, la mayoría de la población consume regularmente leche, yogur y queso, entre otros.
Desde hace dos décadas, cada 1° de junio se conmemora el Día Mundial de la Leche, una celebración proclamada por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) con el objetivo, entre otros, de promover el consumo de leche en todo el mundo.
Observando el siguiente mapa, elaborado con datos extraídos de la macroencuesta Global Consumer Survey de Statista, nos preguntamos si esta incentivación sigue siendo necesaria, pues en casi todos los 38 países abarcados, la mayoría de la población consume regularmente productos lácteos (leche, yogur, queso, etc.). En España, el 77% de los encuestados lo hace. En Argentina, por su parte, esta proporción asciende al 80%, mientras que en Brasil y México es algo inferior, esto es, del 69% y 67% respectivamente.
Aunque sus virtudes y su grado de salubridad suelen ser objeto de debate, la leche y sus derivados son una fuente importante de proteínas, vitaminas y calcio, si bien ni mucho menos la única. Además, la leche también es un alimento controvertido desde el punto de vista de la sostenibilidad y del bienestar animal, ya que las vacas modernas se han convertido en auténticas máquinas de leche. En 1960, una vaca lechera producía 3.395 litros de leche al año, mientras que en 2020 la cifra era de casi 8.500.
Fuente: https://www.elobservador.com.uy/