«La sequía está haciendo un efecto importante en la producción, está realmente complicado por las altas temperaturas, déficit de lluvias la calidad y la cantidad de las pasturas”, dijo el vicepresidente de Conaprole.
La producción de leche bajó en enero y la disponibilidad de agua en los tambos difiere dependiendo la zona, los costos de producción han aumentado porque las pasturas ya están sufriendo el déficit hídrico y en varios predios se está utilizando el forraje reservado para el invierno o concentrados, lo que ha permitido que los animales tengan un buen estado corporal.
En tambos de Canelones “la situación es compleja porque el agua no ha sido pareja”, comentó a El Observador Justino Zavala, dirigente de la Asociación de Tamberos de Canelones. En tambos de Santa Lucía y algunos cerca de Canelones, “donde fue impresionante la cantidad de agua”, se espera que los sorgos forrajeros y el maíz puedan tener un rebrote importante; pero en el resto de los tambos del departamento “está muy complicado”, alertó.
En zonas como Aguas Corrientes, donde las últimas precipitaciones dejaron un registro de 3 mm, el crecimiento de las pasturas se ve comprometido. “Veníamos aguantando con las alfalfas y algún sorgo forrajero, pero a partir de ahora se va a complicar”, indicó el tambero.
La remisión de leche bajó 2%
En Florida, departamento donde hay varias seccionales declaradas en emergencia agropecuaria por el déficit hídrico “viene medio complicada la cosa”, contó Fabián Hernández, presidente de la Sociedad de Productores de Leche de Florida.
Según dijo, varios productores que tienen sus predios en zonas del departamento donde no hay emergencia agropecuaria “la están pasando muy mal”, y las reservas de forraje que se habían hecho para el invierno están comprometidas, porque en muchos casos se comenzaron a usar en octubre, cuando generalmente se toman como opción de alimento a partir de la segunda quincena de diciembre.
Los sorgos muestran aún un potencial de crecimiento, pero los maíces de primera lo han visto reducido, porque en su mayoría les faltó agua en su época de floración, detalló.
Hernández explicó que la cantidad de animales en producción viene bajando, y con ella, la cantidad de leche comercializada. En Conaprole, la remisión de los primeros días de enero muestra una baja con respecto a lo que fue en el mes pasado.
Alejandro Pérez Viazzi, vicepresidente de Conaprole, sostuvo que si bien diciembre de 2021 cerró con una remisión de leche de 134,4 millones de litros, un 3% por encima de lo que fue diciembre de 2020, en los primeros días de enero la producción diaria promedio bajó un 2%.
La baja en la remisión es lo esperable en esta época del año cuando se ordeña menos porque “se van secando vacas próximo a que estarán por parir en marzo o abril”, detalló. Los porcentajes de sólidos en la leche bajaron, pero la calidad sigue siendo buena, sostuvo.
“Los costos subieron porque se está echando mano a las reservas o a concentrados. La sequía está haciendo un efecto importante en la producción, está realmente complicado por las altas temperaturas, déficit de lluvias la calidad y la cantidad de las pasturas”, concluyó.
Fuente: https://www.elobservador.com.uy/