El reporte del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina sobre datos generados por el Estado nacional, puntualiza que evidentemente los efectos de la importante sequía que afecta la mayoría de las cuencas lecheras (anegamientos en una en particular) y la incidencia de altos costos de producción (concentrados, entre otros insumos vinculados a la alimentación del rodeo) afectaron la producción en julio de 2022.
La producción acumulada del período enero-julio estuvo 0,7% por encima de igual período del año anterior, como puede verse en el gráfico anterior. Se evidencia desde mayo una desaceleración en el crecimiento interanual de producción, lo que –a juicio de varios expertos- implicaría que no se crecería de los 11.533 millones de litros logrados en 2021, o que el crecimiento sería casi imperceptible.
Sucede que los próximos cinco meses se presentan con un panorama incierto desde los aspectos meteorológicos, de los costos de producción y de los precios tanto del mercado interno como del externo (precios cuidados, menor consumo, precios internacionales a la baja, retraso cambiario y derechos de exportación), lo cual hace difícil aventurar un posible comportamiento de la producción.
Recordamos que la estimación a principio de año, a partir de un relevamiento industrial del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina arrojó para todo el año 2022 una suba interanual del 0,6%.
Como es habitual, la producción desde el pico de máxima en octubre, cae a una tasa del 5% mensual hasta marzo/abril (tomando el promedio diario de producción, para que no afecten la cantidad de días de cada mes), donde luego comienza un nuevo repunte hacia octubre.