La apertura de Arabia Saudita para los lácteos uruguayos representa una oportunidad para agregar valor a la producción, además de ser uno de los mercados de mayor poder adquisitivo.
El mercado de productos lácteos de Arabia Saudita fue valorado en US$ 4.807.700 en 2020 y se estimó que tendrá un crecimiento de 4,71% entre 2021 y 2026. El impacto del covid-19 fue favorable para ese mercado a partir de que Arabia Saudita cerró sus fronteras, porque los lácteos son un producto importante en la dieta de sus habitantes.
El subsecretario de Ganadería, Agricultura y Pesca, Ignacio Buffa, anunció ese logro esta semana, al cierre de su oratoria durante la presentación del proyecto lechería a tres años, donde participan la secretaría de Estado, el Instituto Nacional de la Leche (Inale) y las Intendencias de Salto, Paysandú, Soriano y Florida. El jerarca de gobierno destacó que entre las tareas del MGAP está la de abrir mercados para la producción.
Arabia Saudita abre una oportunidad interesante para la exportación de quesos, leche en polvo y principalmente en el segmento de las fórmulas infantiles. En el primero de los productos, en 2018 fue el segundo mayor importador mundial de queso fundido, por más de US$ 253 millones anuales, detrás del Reino Unido.
El presidente del Inale, Juan Daniel Vago afirmó a El País que la apertura de cualquier mercado “es significativa” para la lechería uruguaya, pero recordó el alto poder adquisitivo de los países árabes y eso es clave para que puedan importar productos con mucho valor agregado.
Productor.
“Arabia Saudita es un gran productor de lácteos, pero es auto suficiente sólo en 72%, el resto lo tiene que importar”, dijo Vago basándose en los datos de mercado que maneja la institución que preside. Vende sus productos al Reino Unido, a países de la región del Golfo Pérsico y en los Emiratos Árabes Unidos. Es caro producir leche en el desierto y principalmente producir comida para mantener las vacas, por eso necesita importar lácteos. Su mercado es muy competente, con la participación de compañías locales de gran peso y prestigio que lo dominan.
“Por más que es un gran productor y exporta al mundo árabe, también es un gran importador y consumidor. Las importaciones las realiza de los mercados globales que son Unión Europea y Nueva Zelanda”, destacó Vago. Analizando más a fondo las importaciones, explicó que Arabia Saudita adquiere quesos (30% del total), fórmulas infantiles (23%), leche en polvo entera (16%) y manteca (10%). Aclarando siempre que los negocios dependen del sector privado, el presidente del Inale estimó que entre los productos que las industrias uruguayas podrían llegar a venderle a este nuevo destino tienen grandes posibilidades el queso, leche en polvo entera, fórmulas infantiles y manteca.
En quesos, el proveedor de Arabia Saudita es Nueva Zelanda y el arancel a pagar es de 5,82% por tonelada, según los datos que maneja el Inale.
Es importante destacar que “las fórmulas infantiles no tienen aranceles altos en el mundo árabe y todos los exportadores pagan igual, no hay competencia con beneficios”, aclaró el presidente del Inale. En este rubro, Vago agregó que juegan el partido Uruguay, Nueva Zelanda y Unión Europea.
Respecto a la leche en polvo entera, otro de los productos con alto potencial y principal rubro en los embarques de lácteos uruguayos, el arancel a pagar es 12%, mientras que en el caso de la manteca es 9%.
Por otra parte, el presidente del Inale afirmó que sigue viendo a la lechería uruguaya “con muy buenas perspectivas”, a partir de algunos cambios en el mercado mundial, con China como el principal importador.
“Veo el mercado mundial con buenas perspectivas. China mantiene sus cambios en el consumo de lácteos, promovido por sus propias industrias. Soy bastante optimista en lo que son mercados y es por eso que estamos insistiendo mucho en la necesidad de incrementar o usar varias herramientas para elevar la producción nacional de lácteos. Si no hay materia prima no se puede exportar”, afirmó Vago.
Mejoran algunos indicadores de la lechería, según los datos del Inale
El poder de compra de la leche, indicador que impulsa el Instituto Nacional de la Leche (Inale) se situó 2% por debajo del valor de un año atrás a julio de 2022, con un aumento de 14% del precio de la leche que fue acompañado por incremento de 15% del índice de costos en pesos. A su vez, se sitúa 22% abajo de la base de 2014. Mientras tanto, la remisión de leche a la industria durante el mes pasado (último dato disponible en Inale) descendió 4,9% comparado con el mismo mes de 2021. Fueron 176 millones de litros, pero en el acumulado anual a julio se alcanzaron 1.088.000 de litros. Tomando 12 meses se despacharon 2.094.000 de litros, cifra que muestra una baja de 1% respecto a julio de 2021.
Por otro lado, el precio de leche al productor cerró el mes pasado a $ 17,43 o $ 228,68 por kilo de sólidos, que son los componentes básicos de la leche por los que paga la industria, ya que conforman sus materias primas básicas.
Tomando diciembre 2021 y el mes pasado, el valor de leche medido en pesos subió 11% y tomando junio 2021 y julio 2022 el incremento alcanzó el 10%. Medido en dólares, en las mismas fechas de la comparación anterior los aumentos fueron: 19% y 18%, respectivamente. En caso de los sólidos, igual que en los casos anteriores, las subas fueron 5% y 10%, respectivamente. El mercado internacional de lácteos cambió y parece haber dejado atrás el período de precios deprimidos que desmoralizaban a productores e industriales. En ese sentido, el Inale mostró que el precio recibido por la industria en dólares de mayo (último dato) mejoró 30% comparado con el mismo mes de 2021 por mayor aumento del precio de exportación.
Fuente: Rurales El País