El conflicto de Lácteos Vidal SA con 29 empleados que desde hace un mes están en huelga y hacen guardia en la puerta del establecimiento tuvo ayer por la tarde de este martes 20 de septiembre, una dura resolución al recibir cada uno de ellos el telegrama de despido.
Arturo Díaz, director y apoderado de la empresa los confirmó ayer al periodista Cesar Tapia de Radio Continental la triste novedad a la que tanto se temía: «La situación fue muy difícil. hace ya muchas semanas que no había avances y se estaba tornando insostenible para la empresa. Lo que pasa que a veces se demora una decisión porque en realidad no la quiere tomar. con el fin conservar los puestos de trabajo, pero teníamos opciones realmente muy limitadas. Hemos llegado a un punto de tener que tomar la decisión de notificar al personal que mantenía la medida de fuerza de despedir a los 26 trabajadores y tres delegados”.
Añadió que “esto no cambia el trabajo que veníamos manteniendo todo este tiempo a mitad de máquina. Hay una planta prácticamente parada trabajando con leche en polvo y dulce de leche y la otra funcionando a mitad de su capacidad. Hoy contamos con otros 26 trabajadores que realmente son los que le han puesto el hombro, que se presentaron a trabajar y gracias a ellos hemos podido mantener el trabajo reducido, pero en marcha al fin”, indicó Díaz.
“Ahora vamos a abocarnos es en recuperar la plenitud de la fábrica. Obviamente que nos va a llevar un tiempo, con empleados nuevos que vamos tomando, que tenemos que capacitarlos, con la idea de llagar a cubrir todos los cargos y llegar al máximo de capacidad de elaboración de la planta”, remarcó el director y apoderado de Lácteos Vidal.
Explicó que “hubo una oportunidad de terminar el conflicto cuando vino la dueña y esperamos tres días que se acerquen a dialogar y llegar a un acuerdo, escucharlos y encontrar una solución, pero las puertas estuvieron abiertas de las 7 de la mañana a las 7 de la tarde y ninguno de ellos se acercó a explicarnos que es lo que querían. Ella quería escuchar a sus trabajadores. Luego los intimamos a que se presenten a trabajar, pero pasaron 35 días y no hubo novedades, Realmente no se entiende la actitud que mantuvieron, y esto nos estaba llevando a una crisis muy fuerte. El trabajo para nosotros es fundamental y crear nuevos puestos de trabajo también es fundamental”, argumentó Arturo Díaz.
“Lo cierto es que ya se había roto una convivencia y tomamos esta decisión cueste lo que cueste. También hubo diferencias entre el personal que estaba adentro trabajando y los que estaban afuera en contra de la empresa y hasta hubo denuncias penales, por lo tanto era poco viable volver a unificarlos dentro de la fábrica. Decidimos avanzar y mirar para adelante», concluyó el portavoz de la empresa de Moctezuma.
Fuente: periódico Nueva Imagen de Carlos Casares