Luego de un primer semestre con resultados más bajos que los de 2021, las exportaciones de carne y lácteos tuvieron su mejor registro del año en agosto. ¿Será este un síntoma de que ambos rubros recuperarán el ritmo para la segunda mitad de 2022? Estas son las proyecciones.
En una entrega anterior revelamos que tanto las exportaciones de carne y derivados lácteos en los primeros 8 meses han estado más bajas que las del año pasado. Hasta agosto se reportaron 26.179 toneladas de carne, 25,5 % menos, mientras que los envíos de lácteos completaron 2589 t, una caída de 52,5 %.
Sin embargo, al revisar el reporte mensual, se puede observar que el octavo mes de 2022 fue el mejor del año para ambos segmentos. En carne se enviaron 5086 t por USD 23,5 millones, sobrepasando el límite de 5000 t que no se franqueaba desde noviembre de 2021.
En cuanto a los productos lácteos, en agosto se hicieron envíos de 539 t por USD 2,7 millones. Hace casi un año no se exportaban más de 500 t, siendo septiembre del año pasado la última vez que se registró esa cifra. De otro lado, desde diciembre de 2021 no se reportaban ingresos superiores a los 2 millones, y la última cifra más alta fue la de agosto de ese año, de USD 3,2 millones.
Óscar Cubillos, jefe de la Oficina de Planeación e Investigaciones Económicas de Fedegán-FNG, explicó que este repunte en el octavo mes de 2022 puede atribuirse a factores locales como internacionales, comenzando por el precio del novillo gordo a nivel interno. Esto ocasionó una menor exportación de ganado en pie pero elevó los envíos de carne.
“Nosotros estamos en un buen escenario. Si se dejan exportar de animales en pie, el precio del novillo baja y eso induce a que se exporte más carne. Este año se han exportado más animales en pie porque la inflación a nivel mundial impactó en el precio de la carne lo que hizo que bajara la demanda”, anotó el experto.
Sin embargo, la caída del comercio de semovientes en junio, julio (mes en el que no se registró ningún envío) y agosto provocó una baja en el precio de la materia prima en Colombia. Esto incentivó a los frigoríficos que compraron más ganado y pudieron exportar más cortes de carne, a diferencia de los inicios de este año.
De acuerdo con el economista, esta combinación de portafolios permite que ante el retraso de un segmento, el otro se recupera. De esta manera, ante un repunte de las exportaciones de carne, el precio del novillo vuelve a crecer ligeramente.
“Esa combinación de portafolios de carne y animales en pie es un escenario ideal para el productor, que se ve mejor remunerado por el precio del novillo”, destacó Cubillos.
Los factores internacionales
De otro lado, el analista señaló que la inflación en el mundo, aunque sigue siendo elevada, ha cedido algo. Esto como consecuencia de superar los problemas que han afectado a todas las economías, comenzando por la pandemia de covid-19 y la crisis de los contenedores y la logística de transporte, pues en septiembre se redujo el precio de flete marítimo.
“Se mantiene la inflación alta pero no es lo mismo que la de 8 meses. Con un menor ritmo de inflación, el consumo de carne en el mundo se ha dinamizado”, aclaró el jefe de la Oficina de Planeación e Investigaciones Económicas de Fedegán-FNG.
No obstante, las proyecciones para los próximos meses deben hacerse con cautela pues no es un secreto que el mundo está ad portas de una recesión, lo que hará que los precios de varios productos caigan pero que también afectará el consumo. De allí la importancia de conservar el ritmo de exportaciones que se viene dando.
“Seguramente por vía del comercio internacional terminaremos contagiados de esa recesión, eso es normal. Por eso tenemos que seguir apuntando a otros mercados que tengan mejor ingreso para que nos compren lo que producimos. Por ejemplo, en un país como Colombia donde hay 33 millones de pobres no comprarán cortes finos, que sí podemos vender en mercados de mejor ingreso que si bien estarán afectados por la recesión, tendrán mayor capacidad de pago para comprar alimentos”, remató.
Ahora bien, ante la creciente certeza de la recesión, otra de las ventajas que tienen las exportaciones ganaderas es la posibilidad de exportar a más mercados, diversificando el riesgo. La situación actual es distinta de lo que ocurrió hace 13 años, cuando el único destino de carne, lácteos y ganado, Venezuela, cerró las puertas a estos productos de Colombia y ocasionó graves pérdidas para los ganaderos nacionales.
«Como todo era para el mercado de Venezuela, cuando cerró nos quedamos sin quien venderle. Ahora tenemos 27 mercados y le estamos apuntando a dos nuevos de mayor valor, que son Estados Unidos y China. Lo que quiere decir que si uno falla, hay otros 26 que respaldan, o si hay 20 que fallan, los otros 7 pueden seguir comprando. En fin, puede ser que las exportaciones bajen en 2023 pero no vamos a terminar en un escenario de cero exportación porque enviamos distintos productos a una gran diversidad de mercados», remató.
Fuente: CONtexto Ganadero