Bien conocidos son los efectos que produjo la última campaña la escasa producción de reservas estivales (henos y silajes), así como también la calidad de las mismas (bajo grano, mediana calidad de fibra, poco volumen, etc). Sumado a ello las precipitaciones inverno-primaverales no han llegado y ponen en jaque mate el stock de alimento en los diferentes patios de comidas de nuestros tambos.
Más allá de todo, es importante no perder la calma y reformular dietas en pos de hacerle frente a la demanda productiva que tienen los diferentes rodeos que integran el plantel lechero (vacas en producción, pre parto, secas, recría o hembras de reposición). Es importante destacar que NO TODAS las categorías requieren cantidades homogéneas de energía, proteína, niveles de fibra.
A modo de listado o sugerencia, podemos listar algunas líneas o tips para paliar la difícil situación en la cual se encuentras muchos tambos:
1) Conocer que alimento se encuentra en limitante: energía, proteína o fibra.
2) Definir dietas acordes a los diferentes rodeos (ordeñe, secas, pre parto, recría de reposición).
3) Conocer los requerimientos de cada rodeo que debemos a alimentar. Las vacas deben parir, hacer un buen pico de leche y reiniciar el ciclo estral lo más rápido posible.
4) Determinar el costo o litros necesarios para pagar el alimento diario de las vacas en producción.
5) Utilizar proteínas alternativas a base de afrechillos, pellets, cáscaras o expellers en la suplementación de las vacas.
6) Establecer al mínimo los niveles de fibra necesarios en TODAS las dietas, sin producir un desequilibrio a nivel ruminal.
7) Descartar vacas improductivas (vacías, pocos litros,).
8) Calcular el costo diario de alimentar a novillos o categorías afines, en pos de ahorrar alimento para otras categorías.
Por el ingeniero agrónomo Franco Torossi (UNVM): MP: 3496 – Especialista en producción de leche (UNL).
Fuente: Todo Lechería