En el país la producción de caprinos se ha convertido en un símbolo característico de la gastronomía santandereana. Aunque aún no es un sector fuertemente desarrollado, tiene algunas ventajas. Para entrar a este negocio se debe destacar que es un animal de fácil reproducción, lo que puede significar una mayor rentabilidad. En este sector existen dos líneas fundamentales para emerger: la cárnica y la de alimentos derivados de la leche de cabra.
Alcibiades Céspedes, propietario de Cabrío de Colombia, en Santander, lleva más de 6 años en este sector. En ese tiempo ha podido identificar las oportunidades y aspectos a considerar para ingresar a la producción caprina.
«Inicié con ovinos hace 14 años, específicamente con la raza katahdin, traída de México; en su momento fue un buen negocio. En esa época vendía los animales entre $3 y $4 millones. Desafortunadamente los precios empezaron a bajar y tuvimos que dejar la industria. Hace 6 años nos dimos cuenta que el mercado de cabra era muy escaso, allí identificamos una oportunidad», comentó Céspedes.
Actualmente Cabrío de Colombia tiene 140 caprinos, casi 30% de ellos tienen la capacidad de producir más de 5 litros de leche. Según el empresario, para tener rendimientos en el negocio es necesario fomentar las buenas líneas genéticas y dar una alimentación generosa y balanceada al animal.
«La alimentación depende de la región donde se vaya a levantar el pie de cría. No en todas las zonas tenemos los mismos pastos. Aquí en el Cañón de Chicamocha hemos visto que el nopal es buena alternativa para las épocas de sequía, porque nos brinda fibra y agua», explicó. También es necesaria una buena hidratación.
Respecto al levante del pie de cría, se recomienda esperar a que el animal tenga una buena conformación, que ya haya tenido un buen crecimiento. Aproximadamente al año de vida se puede iniciar con la reproducción del caprino, su gestación dura 5 meses.
En el sistema de producción de Cabrío de Colombia hay nacimientos todos los meses, siendo la alta reproducción una de las ventajas de emerger en este sector. «A veces tienen problemas de parto, sin embargo, no representa mayor dificultad», dijo. Cada cabra puede parir al menos dos animales, esto implica que permanentemente se cuente con el insumo y se pueda obtener rentabilidad.
En su negocio, Céspedes ha escalado a la producción de leche, quesos y yogures a base de la leche de cabra. También ofrecen otros como el sabajón y la crema de whisky. Con esta línea de alimentos, Cabrío de Colombia logra pagar el sueldo a sus empleados y cubrir sus costos.
«Si el animal nos logra dar un poco más de tres litros, las mismas cabras son las que nos están pagando el costo de los trabajadores. La leche restante la utilizamos para la fabricación de quesos y yogures, con esto podemos recuperar los costos que invertimos en la alimentación de los caprinos», aseveró.
Fuente: Agro Negocios