Aunque el acopio formal de leche en Colombia se empezó a recuperar y el invierno ha dado tregua, permitiéndole a los ganaderos sobreponer márgenes y afrontar el fuerte aumento de costos en los insumos, pareciera que esto no ha sido suficiente para que el sector vuelva a brillar.
Y es que ante el acelerado ritmo del consumo provocado por la pandemia, la industria tuvo que recurrir a mayores importaciones y un mayor uso de inventarios; una situación que fue contraproducente dada el alza que comenzó a experimentar el costo de vida, provocando que la demanda se contrajera.
Altos precios, menos consumo
Los precios de la leche comenzaron a aumentar abruptamente desde mediados de 2021, cerrando el año pasado con un alza del 37%.
De hecho, según un informe de Bancolombia, el mayor aumento en precios en tiendas de barrio se dio en Medellín (31%), mientras que en los derivados lácteos (quesos, mantequilla y crema de leche) el mayor incremento se registró en Barranquilla (34%)”, apuntaron.
Esto, para los analistas, hizo que esa “fiesta del consumo” llegara a su fin. “Una mayor demanda de leche tras la pandemia generó que la industria incrementara sus compras de leche en 2022, tanto importada como nacional, y esto llevó a una mejora en las bonificaciones voluntarias y un aumento del acopio de leche del 9%”, indicó Juan Pablo Espinosa, director de investigaciones económicas.
Sin embargo, agregó que este escenario cambió, ya que, por ejemplo, para este año las cifras de consumo de los tarjetahabientes (usuarios con tarjeta crédito o débito) de Bancolombia empezaron a mostrar una fuerte desaceleración.
Y en efecto, el mayor precio de la leche al consumidor comenzó a pasar factura a las ventas de la industria, las cuales registraron caídas anuales en octubre (2,8%), noviembre (9,4%) y diciembre (8,3%) de 2022, según el Dane.
Acopio, ¿se mantendrá?
La Asociación Colombiana de Procesadores de Leche (Asoleche) reportó que el acopio de leche formal presentó una recuperación del 8,3% a noviembre de 2022; sin embargo, en el segundo semestre de ese año también se observó una desaceleración importante debido a la ola invernal.
Esto se evidenció, por ejemplo, en la caída de la producción de leche en Tolima y Costa Atlántica (30%), Valle de Ubaté y Chiquinquirá (15%), Nariño (15%), Antioquia, Eje Cafetero y Valle del Cauca (10%), afectando los precios y, por tanto, el consumo de los hogares colombianos.
En este sentido, para los analistas, dicho incremento del acopio, por sí solo, no dice nada. “Lo primero que se resalta es que Antioquia, principal productor nacional, apenas crece 1%, posiblemente por las dificultades financieras de los ganaderos en 2021 y el exceso de lluvias por La Niña. En contraste, Boyacá creció 17%, Nariño 9% y el agregado del resto de regiones 20%. Adicionalmente, el comportamiento mes a mes ha empezado a cambiar: mientras que de junio a octubre el acopio crecía entre 10% y 13% (variación anual), para noviembre el aumento fue de tan solo 2,7%, lo que podría estar reflejando el menor apetito por compras por parte de la industria procesadora”, explicaron.
Esta situación también la han reportado lecheros en Antioquia, pues desde días atrás han alertado sobre la caída, hasta de un 50%, de la producción. Esto, debido al invierno y a su afectación en la calidad de los pastos, a los altos precios de insumos y al alza en el precio de la tierra.
¿Más presión para el precio?
En el marco del pasado Consejo Nacional Lácteo, el Gobierno Nacional anunció el aumento de 26% sobre la base de liquidación del precio de leche cruda pagado al productor.
Ante esto, Asoleche manifestó su desconcierto, ya que considera que esta decisión no atendería la situación actual del menor consumo de leche en el país, y por ende podría afectar la nutrición y seguridad alimentaria, impactando la productividad.
“El precio pagado al productor en 2022 compensó el incremento de costos de la producción ganadera. Por eso, generar una expectativa de un incremento del 26% es un sobrecosto que toda la cadena láctea tendrá que asumir, pues lo que afecta a un eslabón termina impactando a todo el sector”, dijo Andrea González, presidenta de Asoleche.
Y añadió que en 2022 el aumento del precio pagado al productor por la industria procesadora láctea fue de 47,2%; mientras que los costos de producción del sector primario incrementaron en un 17,2%. “Solicitamos información y cálculos que sustenten este desproporcionado incremento, que no tiene en cuenta al consumidor”, sostuvo.
Al respecto, desde Fedegán explicaron que esta normativa incorpora la calidad composicional del litro de leche de acuerdo con el contenido, en términos de cantidad de gramos para sólidos totales, proteína y grasa.
“Esto no significa que si el precio de un litro de leche pagado al productor fue de $1.900 en febrero pasado, entonces llegará ahora a $2.394. No funciona así. Ya el mercado en buena medida ha remunerado tal incremento por cuenta de la disminución en la producción de leche, por lo cual el alza de precios dependerá de que la producción se mantenga a la baja o estable y que el nivel de importaciones no se incremente para sustituir la leche de origen local”, apuntó Óscar Cubillos, jefe de planeación y estudios económicos de Fedegán.
Así las cosas, todo apunta a que este 2023 el gran desafío del sector lechero será impactar lo menos posible el costo del producto para los colombianos, con el fin de conquistar, de nuevo, su decisión de compra
Fuente: El Colombiano