En un escenario delicado para la cadena láctea, el presidente del Centro de la Industria Lechera, Ércole Felippa, pronostica un semestre complejo, con caída de producción, costos inestables y mercados comprimidos. Buscan facilitarle financiamiento a los tambos
“La caída de producción estaba dentro de lo previsto y yo diría que por lo vivido en 2023, fue una caída mínima, teniendo en cuenta las cosas que han ocurrido desde el punto de vista climático y de todas aquellas medidas que se han tomado a lo largo del año que tuvieron un impacto directo a la hora de producir y comercializar leche, con todos tipos de cambios diferenciales y el aumento de costos, que obligaron a muchos tambos a cambiar las dietas y achicar sus rodeos”, definió el presidente del CIL, Ércole Felippa, en una entrevista radial con ADN Rural.
En este sentido, ese 12,5%d de caída interanual en el mes de enero, “hubiese podido ser peor”.
Pero lo importante es lo que puede pasar en este 2024, donde Felippa advierte que “el 2023 nos va a pasar factura, porque si bien es cierto que la caída fue atenuada en función de la sequía, el productor claramente viene de un año tremendamente negativo y con muchos cambios en su estructura, lo cual nos está diciendo que este 2024 vamos a tener un año con menos leche, porque la recuperación de la producción, independientemente que las condiciones climáticas se hayan normalizado, no se va a dar de un momento para otro, o sea, donde se cambiaron las dietas y se modificaron el uso de concentrados y demás, tendrá un efecto bajista en las lactancias de los rodeos”.
MEJORARON LAS CONDICIONES
Respecto de las exportaciones del sector lácteo, el año no arrancó de la mejor manera. Se viene de un 2023 con importante retracción en el comercio exterior. Si bien hacia fines del año pasado mejoraron algunas condiciones para exportar, ahora claramente definidas por el nuevo Gobierno, no alcanzó para mejorar la performance de este inicio de 2024.
Eliminar los derechos de exportación y achicar la brecha del tipo de cambio, “son medidas que ayudan, además hoy como vemos el comportamiento de los mercados y con una importante caída a nivel de mercado interno, obviamente que la exportación está funcionando adecuadamente con buen nivel de precios y con fluidez”, reconoce Felippa. “Hoy ya no hay trabas para exportar, como en el pasado, cuando vos querías exportar volúmenes importantes aparecía alguien que te decía que hay que cuidar la mesa de los argentinos”.
Es más, “en las reuniones que nosotros venimos teniendo con los funcionarios del gobierno, claramente lo que están planteando es la necesidad de tener un importante incremento en las exportaciones este año, pero es cierto también que dependemos del crecimiento de la producción”, explica el industrial.
EL PRECIO AL PRODUCTOR
“Claramente, se vienen produciendo aumentos en el pago de la materia prima, independientemente si es suficiente o no, se está viendo una recuperación importante en el precio al productor, y sólo basta observar las comparaciones históricas de insumo/producto, para apreciarlo”, indica Felippa.
Hoy el productor, con 250 pesos por litro, puede adquirir un poco más de un kilo de soja, en tanto se está muy cerca de alcanzar los dos kilos de maíz/litro de leche. “Esas son las relaciones históricas en la lechería y podríamos sumarle el costo de hacer una hectárea de picado por el equivalente a 1.000 litros de leche”, ejemplifica el vocero de los industriales, que también es productor cooperativista.
“Pero claro, lamentablemente se viene de un año muy golpeado e independientemente que se generen mejores condiciones, nos va a llevar un tiempo recuperar el impulso”, admite Felippa, quien anticipa una herramienta que podría ser interesante para los productores.
FINANCIAMIENTO
“Venimos trabajando con algunos bancos para generar un sistema de financiamiento al productor, para que pueda recuperar capital de trabajo y hacer las inversiones que necesita para realmente poner a la lechería en el lugar que tiene que estar, y aprovechar el potencial de la cadena -cuenta Felippa-. Será con bancos oficiales y otros privados, donde cada empresa láctea con sus propios remitentes, pueda oficiar de agente de retención, que de alguna manera agiliza el proceso y tanto al banco como al productor, le sirven, logrando incluso una tasa más competitiva. Lo estamos analizando para que pueda ser ajustado a valor producto del litro de leche, así realmente rinde”, anticipa el presidente del CIL.
Fuente: https://edairynews.com/