El gobierno de Nueva Zelanda anunció que eliminará la ley que obligaba a los productores a pagar por las emisiones de eructos y flatulencias del ganado, y que enviará un proyecto de ley con ese objetivo. Los productores reaccionaron positivamente ante el anuncio.
Los conservadores, ahora en el Gobierno, mantienen diferencias con sus antecesores, los laboristas.
El sector rural recibió de muy buena forma la decisión del Gobierno neozelandés de eximir a la agricultura de un régimen de comercio de derechos de emisión.
“Damos la bienvenida a la certeza de que esto se eliminará”, dijo la presidenta de Beef + Lamb New Zealand (B+LNZ), Kate Acland.
“Estamos siendo muy claros con el Gobierno en que nuestra conclusión es que no apoyamos un precio a las emisiones agrícolas como una forma de lograr reducciones. Las reducciones de emisiones en el sector ovino y vacuno ya están ocurriendo y más rápido de lo necesario”, agregó.
Desde el sector lechero, Jim van der Poel, presidente de DairyNZ, dijo que la decisión corrige la incertidumbre en que se puso al sector.
“Los productores lecheros de Nueva Zelanda se encuentran entre los productores de leche más eficientes en cuanto a los gases de efecto invernadero del mundo”, y con el cobro por emisiones podría haber causado una caída de la eficiencia, “perjudicando a los agricultores, la economía y el país”, lo cual “aumentaría las emisiones globales”, aseguró.
“Para seguir siendo competitivos a nivel internacional, todos los caminos a seguir deben basarse en un enfoque basado en la ciencia. Esto garantizará un futuro rentable y sostenible para los productos lácteos y para el resto de Nueva Zelanda”, sostuvo Van der Poel.
NUEVA POLÍTICA DEL NUEVO GOBIERNO NEOZELANDÉS.
El cambio de rumbo es tomado por el nuevo Gobierno, que asumió en noviembre de 2023, el cual ya anunció que a finales de junio remitirá al Parlamento una reforma legislativa que neutralice la política ganadera aprobada en 2022 por el Ejecutivo anterior encabezado por la exprimera ministra, Jacinda Ardern.
Todd McClay, ministro de Agricultura, expresó en un comunicado: “Estamos centrados en encontrar herramientas prácticas y tecnología para que nuestros agricultores reduzcan sus emisiones (de gases que producen el efecto invernadero) de una manera que no reduzca la producción ni las exportaciones”.
El ministro agregó que el Gobierno que integra “está comprometido a cumplir con nuestras obligaciones en materia de cambio climático sin cerrar las granjas neozelandesas. No tiene sentido enviar empleos y producción al extranjero, mientras los países menos eficientes en carbono producen los alimentos que el mundo necesita”.
Paralelamente, el ministro de Cambio Climático, Simon Watts, anunció un fondo de 50,5 millones de dólares neozelandeses (US$ 30,9 millones) en proyectos “para reducir las emisiones del sector” ganadero.
“Estas inversiones reflejan el apoyo del Gobierno a los agricultores y al mismo tiempo garantizan que Nueva Zelanda cumpla con sus obligaciones internacionales en materia de cambio climático”, remarcó Watts.
El sector agrícola representa el 10% del Producto Interior Bruto (PIB) neozelandés y el 65% de los ingresos por exportaciones.
El Ejecutivo neozelandés se ha comprometido a la neutralidad de emisiones contaminantes para 2050.
Con datos de Rural News NZ y Efe Verde.