En sistemas de pastoreo y mixtos, la dieta de los rumiantes depende en gran medida del forraje, incluyendo hierba, ensilaje y residuos de cultivos, representando hasta un 90% de su ingesta total. Sin embargo, durante la gestación y la lactancia, las vacas lecheras se enfrentan a un desafío debido a que sus requerimientos nutricionales elevados coinciden con un período de baja capacidad de ingesta voluntaria. (Lea en CONtexto ganadero: Conozca qué son y para qué sirven los posbióticos en ganadería)
Para abordar esta brecha energética, es fundamental suplementar la dieta con concentrados o mejorar la digestibilidad del forraje.
Ante esa situación, una estrategia emergente para mejorar la digestibilidad del forraje y la fermentación ruminal es la inclusión de productos de fermentación bacteriana y de levadura como aditivos alimenticios, como se explica en el portal Diario Veterinario.
Específicamente, productos de levadura que contienen saccharomyces y aspergillus han demostrado mejorar la fermentación ruminal al aumentar la digestibilidad del alimento. Además, las bacterias promotoras de ácido láctico pueden modular el equilibrio microbiano en el tracto gastrointestinal, mejorando así la eficiencia alimentaria.
Es por esto que ha surgido un creciente interés en los postbióticos, metabolitos derivados del metabolismo microbiano, como alternativa a los probióticos. A diferencia de los probióticos, que son organismos vivos y conllevan ciertos riesgos, los postbióticos no contienen bacterias vivas, lo que elimina los riesgos asociados con la administración de bacterias vivas.
Estos metabolitos, como los ácidos orgánicos y bacteriocinas, ofrecen beneficios similares a los probióticos al inhibir la proliferación de patógenos y promover el crecimiento de bacterias beneficiosas, mejorando la salud intestinal y la digestibilidad de la fibra.
Un equipo de investigadores del Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (SERIDA) de Asturias, compuesto por Fernando Vicente, María Campo Celada, Mario Menéndez Miranda, Jairo García Rodríguez y Adela Martínez Fernández, llevó a cabo un estudio para evaluar los efectos de la inclusión de postbióticos en la dieta de vacas lecheras durante el periodo de transición.
El estudio se centró en doce vacas frisonas, divididas en dos grupos: un grupo control y un grupo suplementado con dos postbióticos comerciales (PC y PR)
Los resultados del estudio mostraron que las vacas alimentadas con el tratamiento de postbióticos comerciales presentaron una concentración de grasa y proteína en la leche significativamente mayor en comparación con el grupo de control. Además, se observó un mayor rendimiento en la producción de leche para el tratamiento de postbióticos comerciales, lo que llevó a un aumento en los rendimientos de leche, proteína y grasa.
Además, las vacas suplementadas con el tratamiento PR mostraron una mayor proporción de sólidos no grasos en la leche, compuestos por proteínas, carbohidratos, minerales y vitaminas, que son valorados por su impacto en la textura y cremosidad de la leche.
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Fuente: https://www.contextoganadero.com/