El gremio lechero anunció que evalúa «medidas que abarcarán a toda la industria láctea». Acusan a la conducción de la empresa por incumplir el plan de saneamiento.
El Consejo Nacional de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra) salió a pegar duro este jueves. Su destinatario: SanCor, una de las empresas de la actividad láctea más tradicionales del país, protagonista de una intensa crisis desde hace varios años. “El tiempo de las explicaciones que no dieron y las excusas que no sirven, expiró”, advirtieron desde el sindicato. Pero aunque el conflicto sea puntualmente con la cooperativa, el gremio amenaza con que la represalia involucrará a toda la industria.
Pese a que décadas atrás era considerada como «modelo cooperativo» replicado en otros sectores de la agroindustria, la firma con sede en la ciudad santafesina de Sunchales, fue desprendiéndose de varias de sus plantas en los últimos años y entró en el denominado “proceso de reconversión funcional y productivo”.
En este camino, también estaba involucrado el gremio. Sin embargo, algo se rompió.
El reclamo de Atilra apunta a lo que resignaron los trabajadores para el desarrollo de SanCor. Al menos desde 2018 la serie de aumentos que habían percibidos no resultaron suficientes a los ojos del gremio. Además, según le explicaron a A24.com Agro distintas fuentes, existe un fuerte reclamo por un grupo de trabajadores que habría quedado sin tareas luego de la reorganización de la empresa y que vieron agravada su situación en 2020, ante la reducción de la actividad por la pandemia.
“En todo este largo período, las y los trabajadores y su entidad sindical han soportado estoicamente el peso de la crisis dando un ejemplo social de paciencia, tolerancia y acompañamiento dignos de destacar. Una actitud que también se encuentra agotada ante la falta respuestas”, expresó la gremial en un comunicado.
Lo que inquieta en el sector fabril es el tono de la presentación de Atilra. “La conducción nacional definirá medidas de acción que, por la magnitud del problema, tiendan a abarcar toda la industria láctea para que los responsables resuelvan la cuestión de fondo brindando soluciones definitivas y preserven las fuentes de trabajo”, adelantó el sindicato liderado por Héctor Ponce.
Atilra viene de protagonizar un duro conflicto en Lácteos Mayol, en la localidad de Udaondo, en Buenos Aires. Miembros del sindicato habían tomado la planta en reclamos por la regularización de un grupo de trabajadores que se encontraban encuadrados bajo diferentes convenios, y la postura de la gremial se volvió inflexible.
En ese sentido, algunos referentes de la cadena lechera hablaron con este medio y opinaron que la crisis actual de Sancor, en cierta medida, es también por no lograr cumplir con las exigencias sindicales.
“La presión de Atilra, entre otras cosas, la fue desestabilizando y tuvo que vender parte de las plantas con las que contaba la cooperativa en otro momento”, explicaron. Se trata de las plantas en Chivilcoy, Buenos Aires, y Morteros, en Córdoba. Pero también de las marcas “Las Tres Niñas” y “Angelita”, vendidas durante la reestructuración de 2018.
De este modo, explican, varios de los tamberos que dirigían, y aún dirigen, su producción hacia Sancor tienen a las plantas de la compañía a distancias que no son las recomendables por el costo en el transporte. Y eso, también, influye en la cantidad de leche que logra procesar SanCor.
Según los últimos registros elaborados por el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA) con respecto al volumen de producción de las empresas y su participación en el total de la leche procesada en Argentina, para agosto de 2020 SanCor Cooperativas Unidas Limitada (CUL) se encontraba en el duodécimo puesto con 513.661 litros aproximados por día, un 1,7% de lo tratado por el total de la industria lechera.
“Pese al formidable apoyo de sus trabajadores, y el acompañamiento de la Asociación Sindical y su obra social OSPIL, las autoridades no lograron superar la crisis y encauzar la empresa. La magnitud de dicha fuente de trabajo excede el marco estrictamente laboral, afectando un amplio espectro social de una vasta región. La incertidumbre pone en riesgo el ya frágil equilibrio económico y la subsistencia misma de miles de familias”, concluyó el filoso comunicado de Atilra.
Por eso, lo que suceda en SanCor en estas próximas semanas preocupa a más de uno y es seguido por toda la cadena láctea.
Fuente: https://www.a24.com/agro