Sin embargo, importantes empresas lo tienen como “un norte” de trabajo y ya trabajan en ello. En Argentina, una compañía láctea abordó, a la largo de dos años, con sus 600 tambos que le reportan leche, el “Compromiso Bienestar Animal”, el cual fue certificado bajos normas IRAM. Infocampo estuvo en el lanzamiento de este programa, esta semana.
“Uno de los compromisos de La Serenísima es el aseguramiento de la materia prima sustentable y tomamos el bienestar animal como un pilar fundamental de la sustentabilidad de la compañía”, afirmó Luis Demicheli, gerente de Sistemas de Gestión y Sustentabilidad de Mastellone Hnos..
El ejecutivo trabajó con los directivos de la diferentes áreas de la compañía para llevar adelante esta certificación cuyo sello, pronto, estará imprenso en el “packaging” de los productos y también tendrá un código QR asociado con datos relevantes (Ver foto).
Hacia adentro, en tanto, la empresa trabajó en una serie de acciones necesarias con los tambos proveedores de la materia. Esos puntos, justamente, buscaban asegurar el bienestar animal: el “checklist” era de 65 factores clave, que multiplicado por 600 tambos abastecedores de leche, significó un registro de casi 40.000 datos sobre el bienestar animal de todo rodeo que entrega lecha a la compañía.
El bienestar es un concepto amplio que evidencia el estado de animal mientras está en producción intensiva y extensiva.
“Bien alimentado, con estado de sanidad, confortables, con un comportamiento libre, sin dolor ni miedo, ni estrés”, describió Demicheli, lo cual también hace estado físico y emocional de los animales.
De esta manera, la compañía cumplió con las “5 libertades” de la OMSA (Organización Mundial de la Salud Animal) y le agregaron más requisitos propios para cumplir con toda la cadena de producción: así nació la estrategia de gestión “OMSA-MHSA” (MHSA: Mastellone Hermanos Sociedad Anónima).
Según explicó Demicheli, la certificación lograda aplicó a las normas IRAM:ISO/TS 34700:2018 y también específicamente a los capítulos del “código terrestre” de bienestar animal 7.1 y 7.11 (TAHC-OIE), que implica puntualmente a todas las categorías de producción de leche.
“Teniendo en cuenta que es un sistema de gestión propia, armamos compromisos y objetivos propios relacionados al bienestar. De esta manera, hicimos dos manuales que describen todo el sistema de gestión apoyada en las diferentes normas y otro, muy puntual, que explica cómo hacer el relevamiento, mediciones y observaciones. Esto derivó en un protocolo”, aseguró el directivo durante la presentación.
COMPROMISO
Así, la aplicación del protocolo fue el primer paso del compromiso, seguido por el relevamiento, la aplicación del programa de bienestar animal, la certificación IRAM y la auditoría. Asimismo, cada año, la compañía recibe la auditoria externa de IRAM.
Entre otros datos que dejaron los directivos, este programa no tiene costo para los productores ni tampoco implicó que ningún establecimiento se haya quedado afuera como proveedor de la compañía.
De acuerdo a Lucas Lazzaro, gerente de Desarrollo de la Actividad Lechera, se trabajó con todos los productores para capacitarlos y ayudarlos en este progreso de mejora para la cadena. Asimismo, se llevaron adelante programas de financiamiento para que ellos pudieran invertir en aspectos importantes y ajustarse al compromiso asumido.
“Realizamos un proceso para preparar a los productores y cumplir con este compromiso”, aseguró el gerente.
Por su parte, en la compañía, que este fin de semana cumplió 93 años, ya piensan en un objetivo mucho más largoplacista: integrarse a los programas de neutralidad de emisiones de carbono con miras al 2050.
Fuente: infocampo.com.ar