¿Cómo visualiza la sociedad a la producción lechera? ¿Qué percepción tienen los consumidores argentinos de los lácteos? ¿Cómo se posicionan hoy estos productos frente a otras alternativas emergentes en el mercado?
Estos son algunos de los interrogantes que intentó develar Ximena Díaz Alarcón, especialista en Investigación de Mercado y Tendencias, y CEO y CO Founder de Youniversal, a través de un “focus group” realizado con personas de entre 18 y 55 años de Buenos Aires y Córdoba, a pedido de los Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA).
Los principales resultados del trabajo fueron presentados este miércoles en el inicio del Congreso Lechero CREA “Ver, Sentir, Hacer”, que tendrá lugar hasta este viernes en Puerto Norte (Rosario).
Díaz Alarcón recordó que, tras el sacudón que representó la pandemia, “hay mucho discurso anti industria, anti procesado” y que tiene una especial sobrevaloración de lo natural. A esto se suma el crecimiento del veganismo, sobre todo en los consumidores más jóvenes. Y esto son desafíos básicos que tiene que encarar la cadena más temprano que tarde.
Pero en ese marco, consideró que hay aspectos positivos relacionados con la valoración que hacen los consumidores de la leche: por ejemplo, que al consultarles qué se les viene a la cabeza cuando escuchan esa palabra, la mayoría reproduce buenos recuerdos, como su infancia o su madre.
Sin embargo, otro desafío es el de un consumidor cada vez más informado y alerta: “Mucha gente no tiene idea de qué son las grasas trans, pero no quieren que la etiqueta diga que lo que consumen tiene eso”, ejemplificó.
BIENESTAR ANIMAL
El otro tema clave es el del bienestar animal: las visiones son muy negativas en relación a “vacas que son inseminadas y enchufadas toda la vida”, pero de todos modos aclaran que no pagarían más por una etiqueta que diga que ese lácteo fue elaborado con bienestar animal.
“La gente lo considera una cuestión básica, una obligación, que es como decir que no trabajas con esclavos. En general, a los consumidores les enoja que los alimentos cuesten más caros por cuestiones de sustentabilidad. Esperan lo del bienestar animal, pero ni remotamente piensan en pagar más por eso”, precisó Díaz Alarcón.
Otro aspecto particular de la mirada de la población sobre la cadena: perciben a la leche en sí como “animalizada”; es decir, que la relacionan de manera directa con la vaca; pero no sucede lo mismo con quesos o yogures, que los ven como una producción más “artesanalizada”.
FORTALEZAS Y OPORTUNIDADES
Bajo este panorama, Díaz Alarcón elaboró un resumen con un análisis FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas) sobre la cadena láctea, en base a los resultados de estos “focus group”.
Entre las fortalezas, puntualizó que la gente percibe al sector como clave para la generación de divisas y de trabajo, y el valor simbólico que le asignan a la vaca como ícono de la identidad nacional y sus asociaciones con lo maternal, la niñez y el cuidado
En este punto, mencionó un dato no menor: la leche es percibida como un producto con un aporte nutricional muy importante y con muchas variedades en lo que respecta a productos derivados.
Por este motivo, Díaz Alarcón consideró que una buena estrategia de la cadena, en el aspecto comunicacional, sería “volver a poner en valor a la leche, por su aporte nutricional único en cada etapa; volver a poner de moda a la leche y su aporte nutricional”.
También mencionó una oportunidad en la posibilidad de aportar datos que contrarresten los mitos y críticas que recibe la cadena, como por ejemplo la percepción de que los casos de alergias a proteínas de la leche están aumentando, o que los productos tienen hormonas u otros elementos peligrosos; y ni hablar la preocupación por el bienestar animal.
“Hay que ser transparentes y brindar información certificada por fuentes externas. Y otra punta interesante es hablar de los procesos productivos desde los quesos, que son más percibidos desde lo artesano. En el queso, el consumidor a la vaca la tiene menos pegada”, agregó la experta.
DEBILIDADES Y AMENAZAS
Entre las debilidades, Díaz Alarcón subrayó como aspecto sustancial que la leche ha dejado de ser un alimento “indiscutible”.
Mencionó, por ejemplo, el crecimiento en la cantidad de consumidores que subrayan que el ser humano es el único mamífero que continúa tomando leche después de dejar de mamar, y que eso sugiere que no es un alimento tan necesario después de la niñez.
Sumado a quienes creen que los casos de alergias e intolerancias están aumentando, y a quienes cuestionan el supuesto maltrato animal, una amenaza es el aumento en la demanda de las consideradas “leches” vegetales.
A futuro, otra amenaza es la influencia que están teniendo los jóvenes en el cambio de los hábitos de alimentación en sus hogares.
Fuente: Info Campo