Del relevamiento de las 19 economías regionales monitoreadas por el área de Economía de la entidad cooperativista, la lechería es una de las que está en rojo, luego de constatar los indicadores productivos de la cadena de valor, donde se analizan precios y costos.
Bajo el concepto de “semáforo”, CONINAGRO le asigna uno de los tres colores que simbolizan el estado de cada rubro: bienestar (verde), preocupación (amarillo) o crisis (rojo).
“El sector lechero se vio afectado en enero por stress térmico y en marzo por lluvias. Entre otros factores, esto precipitó una disminución en la venta por litros y en parte esa caída se compensa con las ventas en el segmento de proximidad (despensas y autoservicios), con ventas informales”, indica la institución.
“En cuanto al consumo, el mismo se primariza. Es decir hay más demanda de productos básicos (leche en cartón, queso cremoso, barra y yogur bebible) y menos productos de valor agregado (yogures en pote, leches saborizadas, postres, flanes, quesos untables, duros, etc.)”, con la consecuente contracción en los márgenes.
En tanto, en lo referido a exportaciones, “el estimado para 2022 indica que un 24% de la producción total tendría como destino el mercado externo, algo similar a 2021”.
EL PROBLEMA DE LOS COSTOS
Al respecto, desde CONINAGRO difundieron la opinión testimonial del productor cooperativista y miembro de la Junta Intercooperativa de Leche, ex presidente de la Asociación Unión Tamberos de Franck y actual referente del Foro de Lechería de la entidad madre, Javier De La Peña. “Los problemas en lo que respecta a producción lechera son en primer orden los altos costos en los insumos y la mala calidad de alimentos para las vacas este año, puesto que los primeros maíces no fueron de buena calidad por la seca”.
Como factor positivo es que “se sigue comercializando y hay interés por parte de la industria que sigue demandando leche, esos sectores reclaman más leche así como los mercados internacionales que siguen estando relativamente firmes, en ese caso el problema que tenemos es que el dólar oficial está desenganchado con el dólar blue, que es por el que terminamos rigiéndonos”, sostuvo De La Peña. Y agregó: “las condiciones climáticas mejoraron en esta última etapa y eso permitió implantación de pasturas razonablemente. Hoy todo lo que producimos lo vendemos y lo cobramos, no con las mejores condiciones, pero lo podemos hacer”, redondeó el productor.
UNA RELACIÓN DESFAVORABLE
Según datos del INTA Rafaela sobre la relación insumo/producto para calcular costos en el tambo, en marzo la ecuación de costos de varios de los productos claves para el productor, fue desfavorable medida en litros de leche.
Por ejemplo, hoy el valor de un litro de leche alcanza sólo para comprar 1,3 kg de maíz, esto es un 10% que en febrero, mientras que el ideal para esta relación es 1 litro de leche / 2 kg de maíz. Medido contra el kg de expeller, alcanzaría para 750 gr de este subproducto, un 16% menos que el mes pasado. O contra el valor del balanceado (18% PB), un litro de leche solo compra 1 kg de este alimento, que equivale a un 12% menos que en febrero.
A la inversa, para comprar un litro de gasoil, se necesitaron en marzo 2,5 litros de leche, un 3,6% más que en febrero, pero si hacemos el cálculo con los valores de abril, se necesitarían 3,5 litros de leche, ya que en el último mes, el costo subió fuertemente.
También la Urea subió considerablemente y hoy se necesitan 3,7 litros para uno del producto.
Sembrar una hectárea de alfalfa aumentó a 779 litros de leche, un 5,1% más que el mes anterior. En tanto, la vaquillona aumentó en litros de leche casi 2%, o 5.518 litros.
Lo único que aumentó a favor del productor fue el valor de la vaca de descarte, que se ubicó en 167 $/kg en marzo, un 8,2% más que en febrero.
Fuente: La Opinion