La provincia de Entre Ríos es el cuarto estado lechero en importancia de la República Argentina y cuenta con alrededor de 800 tambos registrados, manejados por unos 570 productores primarios de leche inscriptos en el Sistema Integrado de Gestión de la Lechería Argentina (Siglea), y otros nos no integrados a esa red. El rodeo entrerriano, con predominio de ganado Holstein, presenta un mayor nivel de vacas cruzas que otras zonas productoras y se calcula que es del orden de 80.000 vacas. Se estima que en Entre Ríos se producen unos 572 millones de litros anuales, es decir alrededor del 5% de la producción nacional de leche.
Las cosas no están bien en la lechería entrerriana, al igual que en otras cuencas del país, pero un aguerrido grupo de productores está levantando la voz para que se tome dimensión del drama que vive el sector.
Un manifiesto firmado por el núcleo de tamberos que trabaja por la reorganización de la Cámara de Productores de Leche de Entre Ríos (Caproler) fue enviado a www.todolecheria.com.ar
Se presentan en sociedad como el “Grupo de Tamberos entrerrianos organizados que viene trabajando preocupado por evitar que más colegas queden en el camino y tengan que renunciar a su empresa debido a la complicada situación”, y el documento fechado este 19 de octubre de 2023, tras una reunión en la ciudad de Crespo, expresa textualmente lo siguiente:
Hoy queremos comunicar la complicada situación, sin precedentes que estamos atravesando debido a varios motivos inmanejables: una sequía en su cuarto año consecutivo que se ha tornado implacable, insumos dolarizados a costos «imparables», un aumento diario del 20% en los productos básicos como el alimento balanceado, los insumos de veterinaria, sanitarios combustibles y neumáticos, esenciales para lograr la producción de leche, materia prima esencial para la elaboración de productos de primera necesidad alimenticia para la Sociedad toda.
Hoy sin dudar se atraviesa un callejón sin salida y se está en muchos casos al borde de un precipicio. Todos los proveedores han decidido comercializar los insumos con precio abierto, a valor dólar y con provisión incierta. No existe financiación y la posible, es inaccesible.
El litro de leche se paga al productor en tranquera de tambo $115 a mes vencido y el consumidor lo paga en góndola $650 existiendo una brecha también sin precedentes e inexplicable. Es importante ser conscientes de que hoy, la industria láctea tampoco podrá sobrevivir si continúan estas condiciones. Es el momento de pensar Juntos los integrantes de la Cadena Láctea como sobrellevar y mejorar ésta complicada situación. Ningún eslabón se podrá salvar solo. Es el momento de negociaciones conjuntas. Todos nos necesitamos.
Es un momento crucial para el país, por estar a las puertas de elecciones generales y aún no se ha escuchado ninguna propuesta concreta para abordar esta crisis. Lo grave es que se está frente a una situación donde un simple vaso de leche, algo tan vital para la vida de un niño, se ve amenazado por la avaricia y la codicia de unos pocos. Este alimento esencial y de consumo masivo está siendo profundamente afectado por la mentalidad del «sálvese quien pueda».
En este grave contexto los tamberos exigen que el actual gobierno, se haga cargo de evitar un desastre productivo mayor, para lo que se necesita en forma urgente una ayuda económica. Es YA, no en diciembre, la intervención debe ser inmediata, por parte de las autoridades pertinentes en lo local, provincial y nacional. Se requieren medidas concretas para proteger a la Empresa Familiar tambera, la industria y así asegurar la leche, a los niños y los integrantes de la Sociedad que la requieran por ser esencial para la vida y lograr que siga llegando a todos los hogares.
No podemos permitir que por la falta del Estado que no controla, se comprometa la nutrición básica de nuestra población. Juntos, debemos actuar y encontrar soluciones inmediatas para garantizar un futuro sostenible, para el Sector y así garantizar la salud y el bienestar de nuestros niños y toda la Sociedad que debe acceder a una alimentación básica y cotidiana.
El documento rubricado como Reorganización CAPROLER está acompañado por los contactos de los productores entrerrianos Sergio Borre, Hernán Muller y Damián Schneider