El Centro de la Industria Lechera (CIL), pidió al secretario de Comercio, Matías Tombolini, autorización para subir los precios de sus productos por encima de la pauta fijada por el programa Precios Justos y le recordó al funcionario el “compromiso permanente de acompañamiento de nuestras asociadas a todos los programas diseñados por esa Secretaria”. En función deso, solicitó “un tratamiento especial a las particulares características de nuestra actividad”.
Un mensaje enviado a Tombolini, al que accedió este medio, dice: “se solicita que para el universo de productos lácteos no incluidos en el Anexo I del Convenio, se autorice una suba superior al 3,2% que propone esa Secretaría, para mejorar la cobertura de los costos en los que seguramente incurrirá nuestra industria en esta primera etapa del año”.
Los industriales lecheros mencionaron además que la lechería atraviesa una crisis que abarca a los tambos y a todos los eslabones de la cadena, por la sequía la inflación, entre otras causas.
Si bien una sola empresa láctea está dentro del acuerdo de tope de precios, el Gobierno pretende que toda la industria se rija por una pauta máxima de aumentos del 4%, al igual que el pago de la materia prima a los productores. En los últimos días trascendió que el propio Tombolini se habría comunicado con algunas empresas solicitando la reducción del 7% al 4% de los pagos por litro de materia prima, so pena de que el Ejecutivo cierre las exportaciones de producto para forzar mayor oferta y reducción de precios en el mercado interno.
La lechería atraviesa un momento complejo, como consecuencia de la sequía y el aumento de los costos
En virtud del daño que esto provocaría a toda la cadena lechera, a los vínculos comerciales con el exterior y al aporte de dólares, los industriales decidieron acercar un diagnóstico inicial y solicitar un encuentro para detallarle aún más la situación y necesidades sectoriales. “Continuidad de Precios Justos y la situación de la industria láctea” se titula la carta firmada por el titular del CIL, Ercole Felippa, dirigida al secretario de Comercio Interior.
El documento señala que los niveles de actividad del sector están fuertemente condicionados por la estacionalidad signada por el ciclo de oferta de la producción primaria”. En el primer semestre del año se registra sólo el 45% de la producción anual, mientras que el 55% restante se genera en la segunda mitad el año, dice el texto. Por eso, explica, en un marco de sequía es necesario recuperar a mayor ritmo el precio al productor, para asegurar la continuidad productiva.
La leche cruda representa entre el 40 y el 70% de los costos productivos, por lo que “en 2022 durante los cuatro primeros meses se registraron recomposiciones de precio al productor en términos reales; mientras que en 2021 el período con subas reales se extendió durante todo el primer semestre”. Al respecto, se ejemplifica que en el bimestre noviembre-diciembre de 2022 “las recomposiciones del precio al productor también han superado a los índices de inflación promedio general. En el año 2022, la suba nominal acumulada de la materia prima fue del 93% (en línea con el IPC anual), y en el último trimestre oct-dic22 se recuperó a un promedio del 6% mensual”.
Otros costos
El CIL señala que “la mano de obra constituye el segundo costo en importancia, y ha registrado entre diciembre de 2021 y diciembre de 22 una suba del 96%, por encima incluso del IPC anual, pero en el último trimestre subió a un promedio mensual del 11%. En estos días se está llevando adelante la revisión de los ajustes salariales del primer trimestre de 2023, que difícilmente puedan estar por debajo de los índices inflacionarios proyectados, de alrededor del 4-5% promedio mensual”.
Matías Tombolini
En tanto, el tercer lugar de importancia en los costos productivos le corresponde a la logística “muy dependiente del costo de los combustibles y de la paritaria del gremio de Camioneros. En 2022 acumuló un incremento nominal anual del 98%, pero trepó a un promedio cercano al 8% mensual en el trimestre oct-dic22″.
Con un proceso de programas nacionales que han fijado topes para los valores de los productos y con un esquema inflacionario elevado y constante, el planteo industrial es que existe una diferencia de importancia entre los costos productivos y los valores para la venta. “Durante 2022 los precios mayoristas lácteos aumentaron 87,5%, frente a una suba de costos que acumuló el 96,5%, con un diferencial negativo de 9 puntos. Si consideramos el último trimestre de 2022, los incrementos fueron de 16%% y 23%, respectivamente, lo que significa una brecha acumulada de 7 puntos”, señala la carta.
Fuente: Infobae
Autor: Juan Martín Melo