Las vacas de descarte de los tambos eran vendidas para que se exporten a China.
El cepo a las exportaciones de carne dispuesta por el Gobierno no sólo afectó a los ganaderos, sino también los tamberos sufren las consecuencias negativas de la medida.
La vaca de descarte del tambo (que ya cumplió su ciclo) era vendida a los frigoríficos que luego la exportaban a China, el principal mercado de la Argentina, representando el 75% del total en el último año.
Esto era un aliciente para los productores lecheros que los ayudaba a lograr un plus en la rentabilidad que en el último tiempo viene pulverizada por el bajo precio al que venden la leche cruda y el alza de los valores de los costos productivos.
“La medida nos impacta como a todos los tamberos. La vaca descarte es un “subproducto” de la producción lechera. Mientras las exportaciones estaban abiertas, el mercado chino era el gran comprador de este tipo de hacienda y traccionaba el precio hacia arriba”, comenzó explicando Bernardo Ramírez, productor lechero de la localidad bonaerense de Villarino .
Según comentó el tambero, los buenos precios de venta de vacas refugo eran una entrada más para el tambo, que ayudaba a pagar las cuentas y además alentaba a mejorar el rodeo. “Al caerse la demanda de China por cerrar las exportaciones de carne, el precio también cae”, precisó.
“Y no es sólo el impacto circunstancial de la medida lo que nos afecta, la pérdida de mercados, de confianza a nivel comercial y de previsibilidad como país exportador, son pérdidas menos tangibles que lo económico pero que nos perjudican a los tamberos y al resto de los argentinos”, agregó.
Por otro lado, también que el cierre de las exportaciones cárnicas “genera preocupación e incertidumbre en el sector lechero porque suceda algo parecido con los lácteos, justo en un momento de buenos precios internacionales”.
“La vaca que ya no es útil en el tambo por la razón que fuera la vendemos en mi caso a frigoríficos q ellos exportan a China. Entonces, a la vaca de descarte le podemos sacar un poco más de plata”, describió por su parte la tambera Sofía Imaz, situada en la localidad bonaerense de Coronel Suárez.
Según indicó, ahora no tiene la última vez que vendió hace dos meses el promedio hizo 117 pesos por kilo vivo pero ahora el precio de la vaca en el mercado de Liniers cayó un 20% por el cepo a las exportaciones de carne.
“En este momento no tengo porque vendí todo lo q no me servía en abril, aprovechando que empezaron a entrar vaquillonas propias. Pero en el caso que llegara a tener alguna, que siempre aparecen, las dejaría que recuperen un poco el estado corporal o si dan al menos 7/9 litros por día las sigo ordeñando”, sostuvo.
De todas maneras, remarcó que hay que tener en cuenta que para que una vaca con tan pocos litros sirva, la dieta tiene que ser muy barata como es en su caso, con poco balanceado y mucho pasto. “El balanceado se ha encarecido mucho este último tiempo por el precio del maíz”, cerró.
Fuente: https://www.clarin.com/