Después de una evaluación rigurosa en más de 350 predios de 4 municipios del piedemonte araucano, se encontró que la leche que se produce allí tiene un 2,94 % de proteína y 3,41 % en grasas, valores calificados como óptimos en el mercado.
Aestas conclusiones llegó un estudio realizado por el ingeniero agroindustrial Carlos Valmores Vásquez Viáfara, candidato a magíster en Producción Animal de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Bogotá.
Su investigación buscó caracterizar –bajo unos esquemas de calidad total– la leche que se produce y se transforma en sistemas de función doble propósito del piedemonte araucano, conformado por los municipios de Arauquita, Tame, Saravena y Fortul.
Los sistemas ganaderos doble propósito son aquellos en los que se produce carne y leche a la vez, y en los cuales se tiene máximo 1,9 cabezas de ganado por hectárea. Entonces el productor, para compensar el desarrollo de su actividad económica, utiliza ganados Bos indicus con cruces Bos taurus, pues los primeros aportan carne y resistencia al medio y los segundos la cuota de leche que se vende. Además los terneros se ceban (engordar) y se llevan al mercado.
En Arauca se producen cerca de 550.000 litros de leche diarios y cerca de 300.000 litros salen para quesos artesanales (quesillos tipo doble crema) que se venden en los mercados de Cúcuta, Bogotá y Bucaramanga.
Por eso se busca que la materia prima para dichos procesos sea de alta calidad, para tener un producto que llegue a los mercados y que por sus bondades sea reconocido por los consumidores. Ese es el propósito de esta investigación: contribuir a mejorar la calidad de la leche para tener mejores quesos.
A un paso de la excelencia
El estudio se llevó a cabo en los municipios que conforman el piedemonte araucano, que es donde más se desarrolla la ganadería doble propósito, contrario a los tres de las sabanas inundables (Arauca, Cravo Norte y Puerto Rondón), donde se enfocan en ganaderías extensivas de crías y carne.
Allí se analizó no solo la materia prima (la leche), sino los parámetros que influyen para que esa leche tenga las condiciones en las que se está desarrollando. Primero se hicieron análisis de calidad composicional en laboratorio, en los que las principales variables referenciadas fueron los niveles de proteína y de grasas.
Por otro lado, se evaluaron variables de sostenibilidad del producto: grupos raciales de bovinos; vacas por unidad de área; utilización de minerales y suplementos; control de parásitos internos y externos; y componentes higiénicos y tecnológicos de la leche, entre otras. Esta información se recopiló mediante entrevistas y encuestas a ganaderos.
Después de estudiar 350 predios del piedemonte, se encontró que la calidad de la leche se puede reconocer a un paso de ser excelente, pues se obtuvieron promedios de 2,94 % de proteína y de 3,41 % en grasas, cuando los valores óptimos están alrededor de 3,2 % y 3,5 % respectivamente.
Sequías preocupantes
Sin embargo, cuando se presentan sequías y las condiciones climáticas son agrestes en la región, los ganados sufren por comida y por agua, lo que hace que su producción de leche baje y se disminuya su calidad composicional.
En cuanto a las variables de sostenibilidad del producto, se pudo determinar que estas tienen una gran incidencia en la calidad de la leche.
En el marco de este nuevo concepto de calidad, tales variables se pueden convertir en oportunidades para mejorar la calidad del producto que se genera en la región. En eso radica la importancia de este trabajo, dirigido por el profesor Germán Afanador Téllez, de la UNAL Sede Bogotá, ya que recopila una información clave que no estaba documentada por la falta de investigación en Arauca.
“Eso permite que Arauca y los ganaderos ya tengan algunos elementos para medir sus procesos, porque partir de cero es complicado”, señala el ingeniero Vásquez, y agrega que en el departamento hay un gran potencial de aporte al sector agropecuario del país, el cual puede ser explotado en condiciones de bajo impacto ambiental.
El estudio recomienda consolidar nichos de producción orientados a fortalecer el poder de negociación de los quesos artesanales, la cultura de producción de este producto, el factor humano y la protección de los recursos naturales.
La investigación contó con el apoyo del profesor Henry Grajales, de la UNAL Sede Bogotá, el exsecretario de Agricultura Departamental, Renzo Jesús Martínez Prada, la magíster en Producción Animal Mónica Torres Cruz, y los comités ganaderos de la región.