«Si Francia es el país de los quesos, no podemos permitir que el restaurante con el surtido más amplio de quesos esté en Shangai o Las Vegas». Este razonamiento llevó hace cuatro años a Louis Privat a ampliar la enorme selección de quesos que ya se ofrecía en Les Grands Buffets de Narbona y convertirla en la más grande del mundo.
Nada menos que 110 variedades componen este buffet que acaba de ser inaugurado y que promete convertir esta localidad del sur de Francia en la capital mundial del queso. Sin duda una gran excusa para que cualquier quesero incluya una escapada hasta aquí entre sus próximos planes para un viaje gastronómico.
Mucho más teniendo en cuenta la cómoda conexión en tren que ofrece la alianza internacional de alta velocidad de Renfe-SNCF, con trayectos desde 29 euros y un viaje de apenas dos horas desde Barcelona y conexiones con el resto del país.
La oferta de quesos es realmente difícil de abarcar en una sola visita. Cuatro personas se dedican exclusivamente a mantener esta zona, con una presentación muy cuidada y cortes específicos para cada variedad. Nada que ver -y esto es una constante en Les Grands Buffets– con esa imagen habitual de los bufetes en los que la cantidad prima sobre la calidad.
La larga lista incluye 23 quesos europeos aunque, sin duda, los franceses son los protagonistas absolutos, con representación de 11 regiones y un papel destacado para Ocitania, la región en la que se encuentra. Una política que ya se aplica con los vinos -muchos de los 70 disponibles son de aquí- y que ahora quiere apostar también por la producción más local y cercana dentro de esta gama de quesos.
De la selección de este centenar de variedades -nos explican durante la presentación internacional del buffet– se ha ocupado David Marrand, maestro quesero del restaurante, y Xavier Thuret, mejor artesano quesero de Francia.
De pasta blanda, prensa, quesos azules, de leche cruda, de vaca, cabra y oveja, con corteza florida o lavada… No será fácil para el comensal decidirse por las variedades que quiere probar y las que, por una simple cuestión de apetito, tendrá que reservar para próximas visitas. No olvidemos que esta gigantesca tabla de quesos de 30 metros es sólo una pequeña parte de la oferta de Les Grands Buffets.
Que tal vez no sea el buffet más grande del mundo, pero sí el que ofrece un mejor nivel de cocina -los platos del recetario tradicional francés, el marisco, el foie y una selección de postres espectacular son algunos de los pilares de la oferta- y a un precio muy competitivo de menos de 36 euros por persona. Sólo una tabla de quesos con algunas de las variedades ya costaría eso.
Hace ya años que el éxito es enorme tanto entre el público de la zona como de turistas que viajan hasta allí para visitar Narbona y comer en Les Grands Buffets. Así que si alguien está pensando en una escapada urgente e improvisada para este puente, mejor llamar antes para comprobar si hay sitio porque las colas y las listas de espera son ya parte del paisaje del que ahora es también el buffet de quesos más grande del mundo.
Fuente: https://blogs.20minutos.es/la-gulateca