La lechería argentina, como sucede con muchas actividades del campo local, hoy mejora su esquema de negocios aunque persiste “una marcada incertidumbre”, ya que el precio de la leche en tranquera que recibe el productor mejoró en la primera parte del 2022, aunque aún no recupera del retraso de precios frente a la inflación del último año.
Allí el impacto por la suba de insumos dolarizados como granos, alimentos, productos veterinarios fue muy grande para una actividad que factura en pesos y paga sus cuentas en dólares. Por ello, al promediar el año, para los tambos y la industria láctea que no exporta su producción, la estructura de negocios cruje para la producción de leche. Así lo indicó el último Informe Lácteo de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA), cerrado al principio de junio de 2022.
El estudio de CREA indicó que la producción de leche acumulada en el primer cuatrimestre del 2022 fue de 3.425 millones de litros, según datos oficiales, lo que muestra un incremento del 1,7% interanual respecto a igual período del 2021. A abril del 2022, el precio de la leche recibió para el tambo un valor de 43,4 pesos, cifra que mostró un aumento del 7,3% contra marzo anterior. La variación interanual contra abril de 2021 presenta un incremento para la leche del 54% en pesos corrientes mientras que la inflación oficial tocó un alza del 58%.
“Se registró por cuarto mes consecutivo aumentos por encima de la inflación. Esto evidencia un leve repunte en los ingresos de los tamberos aunque esto no sería suficiente para cubrir la suba de los costos de los alimentos. Esto se debe principalmente a los elevados precios internacionales”, indicó el Informe Lácteo de CREA del presente mes.
El informe privado reflejó el aumento de los costos de producción, entre ellos los productos veterinarios y la alimentación.
Según Olmedo, “la producción aumentó casi un 2% interanual, es muy poco. Sin duda en los últimos meses el precio de la leche aumentó por encima de la inflación, se recuperó terreno pero igual en el último año vivimos una situación por debajo de los precios que pagaba la industria. Asimismo, hay aumento de la devaluación del peso frente al dólar con una estructura pesificada de cobro por la materia prima. Esto hace que el tambo gane en pesos pero se siente el retraso frente al dólar. Recordemos que en los últimos meses hemos tenido aumentos muy fuertes en insumos básicos dolarizados, como granos, alimentos, vacunas y productos veterinarios. Todo esto ha aumentado fuerte en dólares”, dijo.
Costos e ingresos
En otra parte del informe, el especialista del movimiento CREA agregó que la relación costos-ingresos, “hay un mejor balance que hace un mes pero todavía dicha relación está muy por debajo de la necesidad del sector y pone a la actividad lechera en una zona donde aún falta espacio para recuperar. El sector lácteo no está bien, ya que viene golpeado por la suba de insumos”. Además, mencionó que muchos son los tambos pequeños y medianos que hacen frente al aumento de los alquileres de campos agrícolas, vitales para hacer pastura y forraje.
Según los informes difundidos por CREA, en abril de 2022 se podía comprar 1,5 kilos de maíz con un litro de leche: respecto a marzo anterior, esta relación se mantuvo estable (con un resultado positivo de 0,2 puntos porcentuales). Sin embargo, dicha relación se encuentra un 25,6% por debajo del promedio de los últimos cinco años (cuando se podía adquirir 1,9 kilos de maíz con el precio de un litro de leche).
Por último, el informe privado se refirió la situación que reportó el fuerte aumento (con un alza del 20,3% interanual) en los costos de producción en marzo de 2022. También se indicó que “los últimos aumentos en el precio de la leche (a valores constantes) no alcanzan a compensar el incremento de los costos de producción, siendo los rubros de sanidad y recría los de mayor aumento”.