Comenzó con una inversión inicial de u$s 500.000 y cerró 2020 con una facturación de u$s 5 millones con Brasil como mercado de exportación.
Por LUCILA LOPARDO
Si hay una empresa asociada a una provincia esa es Nucete en La Rioja. Allí trabajó desde los quince años Miguel Ángel Nucete, hijo de José, quien cedió su paquete accionario en 2014, dos años antes de su fallecimiento.
Años antes, en 2001, Miguel comenzó con la elaboración de quesos de pasta dura tipo parmesano y reggianito, a los que le agregaba maduración extra para generar un producto Premium. «Los vendíamos en el mercado local, pero por mis conexiones, al haber vivido y trabajado en Brasil, empezamos a destinar parte de la producción al país vecino«, cuenta Nucete. Quesos Migue cuenta con el «mejor queso de rallar argentino», gracias a sus más de 200 medallas a la calidad obtenidas en Argentina, Estados Unidos y Bélgica.
«Nuestro modelo de negocios difiere de muchos otros, ya que las grandes producciones y rentabilidades no están a la cabeza de nuestros objetivos. El horizonte para esta empresa siempre será la calidad», aclara Nucete quien comenzó con una inversión inicial de u$s 500.000 y cerró 2020 con una facturación de u$s 5 millones con Brasil como mercado de exportación.
Desde hace cuatro años la firma comenzó a producir leche propia en Argentina para seguir creciendo y crear a futuro una línea de quesos por terruño. «Las exportaciones son el extra que un país tiene para salir adelante. Cuando Argentina exportaba lo mismo que ahora, se producía la mitad que hoy. Sin duda que son la salida y Argentina tiene todo, menos reglas claras y ayuda a las PyMEs que recién se inician. Desde Nación, tendría que haber un mega proyecto de innovaciones. Sería bueno dejar de exportar commodities, hay que exportar productos con valor agregado«, reflexiona Nucete.
EN CIFRAS
- Fundación: 2001.
- Ciudad de origen: Aimogasta.
- Facturación: US$ 5 millones.
- Mercados a los que exporta: Brasil.
La versión original de esta nota se publicó en el número 325 de Revista Apertura.
Por LUCILA LOPARDO
Fuente: https://www.cronista.com/