La disponibilidad de gas natural para la industria láctea, el coste de la energía, los elevados precios de algunos insumos (como los alimentos para el ganado), las obligaciones medioambientales y el impacto de la inflación en los consumidores son las principales preocupaciones del sector lácteo en estos momentos, según lo expuesto por los distintos eslabones de la cadena en la última reunión del Observatorio del Mercado Lácteo de la UE, celebrada recientemente.
De acuerdo con el resumen del encuentro realizado por la Comisión Europea, se observa también una falta de motivación para invertir por parte de productores y de industriales, a pesar de que los precios de la leche y los lácteos son altos.
En lo que respecta a la leche cruda, la media comunitaria no ha dejado de subir desde enero. En octubre alcanzó los 56,58 céntimos de euro por kilo, casi un 4% más que en septiembre y un 46,3% por encima de octubre de 2021. Las estimaciones para noviembre apuntan a una nueva subida, hasta los 57,23 céntimos. La producción se mantiene prácticamente estable respecto al año pasado: en el período enero-septiembre era un 0,4% más corta que en los primeros nueve meses de 2021.
Los productos lácteos, por su parte, mantienen precios elevados pero en algunos se observa un cambio de tendencia desde hace meses. Las cotizaciones de la leche en polvo desnatada están orientadas a la baja desde abril y la caída se ha acelerado desde principios de octubre, de forma que en la primera semana de diciembre estaban un 4% por debajo de las de hace un año. En el caso de la mantequilla, tras un período de estabilidad las cotizaciones empezaron a bajar también en octubre, aunque se mantienen un 16% por encima de las registradas a principios de diciembre del año pasado. La leche en polvo entera sigue asimismo una tendencia bajista, pero está todavía un 9% más cara que hace un año. Los quesos, que en 2021 estuvieron más estables, han registrado una moderada tendencia al alza a lo largo de 2022.
La subida del coste de los alimentos para la cabaña láctea (considerando un mix de cereales, harina de colza y harina de soja) se ha moderado en los cinco últimos meses, pero estos siguen estando un 80% más caros que hace un año. Según los datos de la Comisión Europea, la situación ha mejorado en los últimos seis meses tanto en términos de disponibilidad como de precio; el maíz sigue siendo el producto más escaso.
En cuanto al consumo, la inflación está impactando en la demanda de lácteos por parte de los consumidores. Han caído las ventas de casi todas las categorías de productos, sobre todo las de mantequilla y nata, aunque el gasto en lácteos ha crecido debido a la subida de su precio. Por lo general, según se constató en la reunión del Observatorio, los consumidores compran menos productos lácteos y también menos productos ecológicos y se orientan a opciones y marcas más baratas.
Fuente: Agro Popular