Los sindicatos denuncian que si no se toman medidas para acabar con el nulo rendimiento de los ganaderos, desaparecerá el 80% de las granjas que producen este alimento
La crisis de suministros y la inflación está golpeando fuerte el tejido empresarial de todo el país, y por ende también a las explotaciones de vacuno de leche.
El aumento de los insumos ha generado unos sobrecostes que está poniendo contra las cuerdas a un sector que lleva años denunciando que los precios que se paga a los ganaderos impiden la viabilidad a largo plazo de estas empresas.
Apenas unos días después de que el sector se manifestara advirtiendo del peligro de que cerrara el 80% de las explotaciones de vacuno de leche en Castilla y León, el Grupo Pascual ha llegado a un acuerdo con la Asociación Láctea Empresarial (ALE), por el cual se compromete a subir el precio que tenía previsto en sus contratos para el periodo enero a marzo del próximo año en diez euros por tonelada.
Esta medida servirá, según apuntan fuentes de la ALE, para amortiguar parcialmente el incremento de los costes que están soportando los ganaderos por culpa de la subida de insumos, a lo que hay que sumar las incertidumbres generadas por la huelga de transportistas anunciada para diciembre, que afectaría directamente al sector en lo que a recogida de leche se refiere y en el transporte del pienso a las explotaciones.
El 35% de las granjas de leche en España han cerrado en los últimos seis años por la escasa rentabilidad de su trabajo ante una escalada de costes en las materias primas frente a las cuales el ganadero prefiere cerrar.
En la actualidad el precio medio que reciben por litro de leche está en 0,32 euros, muy por debajo de los costes de producción que se sitúan en torno a los 0,40 euros.