Tal y como explican desde InLac, España es hoy el séptimo mayor productor de leche de vaca de Europa, tras Alemania, Francia, Reino Unido, Holanda, Italia e Irlanda. La mayor potencia en leche de oveja, solo superados por Grecia, y la segunda en leche de cabra, después de Francia. “Tenemos un sector innovador que quiere seguir apostando por la excelencia y el liderazgo en beneficio de ganaderos, cooperativas, industrias, comercializadores, medio ambiente y, por supuesto, de los consumidores”, puntualiza Elola.
Ganaderos e industria llevan años concienciados con el desarrollo de una actividad eficiente y respetuosa con el medio ambiente. Y van a seguir apostando por la sostenibilidad como uno de los principales ejes de la actividad de todo el sector, según ha apuntado Elola, tras recordar las contribuciones positivas que genera esta actividad como, por ejemplo, el cuidado de los pastos o la prevención frente a erosión e incendios. Así, la sostenibilidad del sector es el camino. Pero ¿cómo puede avanzar en este modelo? Expertos de referencia del Comité de Sostenibilidad Láctea (CSL), órgano asesor de la campaña europea “Cuenta con los productos lácteos europeos”, cofinanciada por la UE, avanzan algunas ideas para tener en cuenta en el desarrollo de esta hoja de ruta sostenible.
¿Hacia dónde debe ir la actividad? Según ha explicado David R. Yáñez, doctor en veterinaria e investigador científico del CSIC, “los sistemas de producción lechera en España son muy diversos en cuanto a prácticas de alimentación y tipos de razas animales, lo que debemos aprovechar para seguir avanzando en la sostenibilidad ya que nos ofrecen muchas opciones según la zona geográfica”.
“El sector debe seguir trabajando en el uso de las tecnologías digitales de última generación y el apoyo en la ciencia para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, aliviar la dependencia de insumos externos mediante el aprovechamiento de alimentos locales y seguir mejorando los estándares de bienestar animal en nuestras granjas, sobre todo en el escenario de cambio climático en el que nos encontramos”, ha especificado Yáñez.
El doctor ingeniero agrónomo por la Universidad Politécnica de València y subdirector del Departamento de Ciencia Animal en el Instituto Universitario de Ciencia y Tecnología Animal, Fernando Estellés, ha subrayado, en este contexto, que “el sector ganadero se encuentra ante un reto tremendamente complejo, que es seguir proveyendo alimentos de alta calidad y necesarios para el desarrollo, pero asegurando el respeto al medio y la producción en el futuro”.
En su opinión, “la sostenibilidad ambiental es muy compleja pero los animales rumiantes (vacas, ovejas y cabras) tienen una gran ventaja adaptativa puesto que pueden utilizar recursos alimentarios que no sirven para otras especies ganaderas ni para alimentar a los humanos, esto los convierte en organismos con alto potencial para reciclar y generar economía circular aprovechando residuos de otros sectores”. “Ahora bien, ese potencial debe aprovecharse y retomar los modelos de producción ligados a la tierra, aprovechando también beneficios como la conservación de ecosistemas o la ayuda a la prevención de incendios”, ha añadido Estellés.
“En lo que respecta al medio ambiente, la población debe saber que la producción ganadera española ha mejorado mucho en los últimos años, tanto en términos de eficiencia en la producción como de concienciación dentro del sector. Aun así, todavía nos queda un importante margen de mejora, por lo que debemos seguir trabajando”, ha apuntado, por su parte, el doctor ingeniero agrónomo, director del ICTA Instituto de Ciencia y Tecnología Animal de la Universidad Politécnica de Valencia y expresidente de Red Remedia, Salvador Calvet.
En general, el sector lácteo (vacuno, ovino y caprino) factura unos 13.000 millones de euros al año y genera 60.000 empleos directos. Solo las industrias lácteas suponen 9.500 millones de euros al año de volumen de negocio y emplean a 30.000 personas.
Fuente: Revista Aral