Aprenda cuáles pueden ser las fuentes de contaminación de la leche cruda en la finca, que van desde los forrajes y las heces, hasta el suelo o el aire. Aquí le presentamos una lista de los diferentes factores así como algunas acciones que puede implementar para mitigar el contagio.
El documento “Identificación de riesgos biológicos asociados al consumo de leche cruda bovina en Colombia” del Ministerio de Salud y el Instituto Nacional de Salud reveló que entre las principales fuentes de contaminación de la leche cruda están los forrajes, el agua y las heces.
Contaminación de leche por forrajes
Los pastos frescos o mal conservados son una fuente de contaminación, ya que pueden contener microorganismos como Listeria monocytogenes, esporas de B. cereus y Campylobacter spp.; asimismo en pastos secos puede sobrevivir C. burnetii por largos periodos de tiempo.
El contagio del ganado bovino con L. monocytogenes es mayor en épocas de invierno y aumenta con el suministro de ensilaje de mala calidad con pH superiores a 4,5. Un sellado deficiente de las bolsas puede crear condiciones que favorecen la multiplicación del patógeno.
La contaminación con L. monocytogenes en pastos se puede originar por la irrigación de estos con efluentes sometidos a un tratamiento deficiente. Los abonos utilizados como fertilizantes igualmente pueden ser un vehículo de contaminación con la bacteria.
Contaminación de leche por heces
El hallazgo de enterobacterias en leche cruda es un indicio de contaminación con materia fecal, ya que estos tipos de microorganismos son habitantes normales de la flora intestinal.
La listeria también puede llegar a la leche a través de la materia fecal, que se disemina en el ambiente y puede contaminar agua, piensos, suelo y pastos fertilizados con residuos fecales. El ganado vacuno también es el mayor reservorio de E. coli.
De otro lado, la utilización de heces bovinas como abono de pastos y cultivos es considerada un factor de riesgo debido a que son el principal reservorio de Campylobacter spp. Sin embargo, no obstante cuando el estiércol es sometido a procesos de compostaje se reduce su presencia.
La zona del ordeño puede convertirse en fuente de contaminación cuando se acumula estiércol. Una práctica común en fincas es el lavado de los establos con agua para remover las heces, lo que puede facilitar la distribución de los microorganismos en todo el ambiente de la granja.
Las heces de pájaros o roedores pueden infectar los concentrados con Salmonella spp. antes de su llegada a la granja o durante su almacenamiento por deficiencias en los procesos de elaboración.
Contaminación de leche por agua
El agua de bebida de los animales es otra fuente de contaminación importante por Campylobacter spp., donde tiene la habilidad de permanecer viable por más de 4 semanas a 4°C. Se ha establecido que es más frecuente en época de verano que en invierno y que se puede transmitir desde aguas subterráneas al ganado vacuno.
En el agua de bebederos en granjas han sido detectadas E. coli y Salmonella spp. con una prevalencia del 0,8 %. Estos microorganismos al ser entéricos pueden albergarse en el intestino del ganado convirtiéndose de esta manera en reservorios, se ha demostrado que es más frecuente la presencia de Salmonella spp. en vacas multíparas que en vacas con una sola cría.
Por su parte, el artículo de Castillo y Álvarez señala estas y otras fuentes de contaminación, comenzando por el animal y continuando con otras como el ordeñador, el suelo e incluso el aire.
Contaminación de leche por animal
La leche al interior de la ubre es estéril pero al salir del pezón puede contaminarse con bacterias alojadas allí. Además, los microorganismos pueden entrar por vía mamaria ascendente a través del esfínter del pezón. La leche puede también contaminarse al salir por medio de pelos sucios que se desprenden de los animales.
La ubre está en contacto con el suelo, heno, y cualquier superficie donde las vacas se echen, de allí que los pezones sean considerados como una fuente importante de esporas bacterianas. En animales enfermos, (vacas con mastitis) aumenta el número de microorganismos en leche.
Contaminación de leche por el aire
El aire representa uno de los medios más hostiles para la supervivencia de los microorganismos debido a la constante exposición al oxígeno, cambios de temperatura y humedad relativa, radiación solar, etc. De manera que es poco común que se presente este medio de contaminación.
En todo caso, solo aquellos microorganismos resistentes podrán ser capaz de permanecer en el aire y llegar a contaminar los alimentos. En el aire se pueden encontrar Micrococcus, Streptomyces y esporas de mohos como Penicillium y Aspergillus.
Contaminación de leche por el suelo
El suelo es la principal fuente de microorganismos termodúricos y termófilos. La leche no se contamina por contacto por el suelo, sino que los microorganismos telúricos (Clostridium) pueden alcanzarla a través de los animales, utensilios y personal.
Contaminación de leche por el ordeñador
En el ordeño manual, si el personal encargado del ordeño no se lava las manos o, peor aún, las humedece en la misma leche, puede ser responsable de la contaminación de la leche con microorganismos patógenos (S. Aureus, leptospiras, E. coli, tuberculosis, Streptococcus, etc.). Las heridas infectadas en manos y brazos pueden ser fuentes de algunos de estos microorganismos.
Contaminación de leche por utensilios y transporte
El contacto de la leche con el material de ordeño y su permanencia en los tanques y transporte puede multiplicar por un factor de 2 a 50 la flora microbiana presente. Para evitar este tipo de contaminación, se requiere una higiene adecuada con agentes desinfectantes.
Deben ejecutarse programas sanitarios preventivos sobre el rebaño, con lo cual no solo se logra una producto de buena calidad sino que también se incrementa la productividad. Además debe evitarse ordeñar animales enfermos o bajo tratamiento medicinal.
Fuente: CONtexto Ganadero