La iglesia se edificó en honor a Nuestra Señora de las Caldas, siendo José de Escandón quien entregó un lienzo con la imagen de la virgen, aunque lleva por nombre Santiago Apóstol por convertirse en el patrono de su conquista.
El templo ubicado sobre la calle Capitán Pérez, entre Miguel Hidalgo y José María Morelos, frente a la Plaza Constitución de la zona centro de Altamira, Tamaulipas, ha estado envuelto por leyendas que lo hacen único en Tamaulipas, de ahí que se conserve su fachada original.
Otra leyenda de la década de los 70 cuenta que se encontró una Virgen María la única que ocupaba un lugar junto a Jesús crucificado, según la historia estaba enterrada en el corredor central del templo.
Los pueblerinos de la Villa de Nuestra Señora de las Caldas de Altamira veneraron a la imagen aparecida, pero fue Fray Joaquín María Manzano, responsable de la evangelización de la villa quien, en un informe estipuló que “la patrona titular de la iglesia es Nuestra Señora de las Caldas que se venera en el lienzo del general Escandón”.
El historiador altamirense, Adrián Olvera Tavera, señala que fue en 1765 cuando cambió la advocación de la iglesia al percatarse que los colonos de Escandón y Helguera pertenecían a la orden de los Caballeros de Santiago Apóstol, quedando como patrono el seguidor Jesús.
El también investigador altamirense explicó que el lienzo de Nuestra Señora de las Caldas desapareció, colocado años después por los mismos feligreses, representa a una virgen pequeña sentada dando pecho a un niño, y sigue siendo venerada, respetada..
La imagen también genera sentimientos maternales porque refleja los sentimientos más puros y humanos de una madre, amamantando a Jesús y despertando la espiritualidad de las mujeres y hombres de esta ciudad.
Fuente: Radio Fórmula