“Se ha establecido un tono más débil en el mercado global en el tercer trimestre de 2022, lo que se refleja en el debilitamiento generalizado en todo el complejo de productos lácteos de Oceanía. Los precios al contado allí han caído del 18 % al 26 % desde el pico del segundo trimestre de 2022”, indicó Rabobank, al tiempo que no descartó más caídas en los mercados lácteos mundiales, especialmente en aquellos que dependen más de la demanda china, en los próximos meses.
“Se avecina una posible colisión, con el crecimiento interanual del suministro de leche en el cuarto trimestre, la débil demanda de importaciones chinas y un mayor racionamiento de la demanda en los países en desarrollo que pesan sobre nuestras previsiones. Es probable que las primas de precios regionales saludables sean una característica en los próximos meses, particularmente en Europa, dada la estrechez actual del mercado”, destaca el reporte, que fue publicado por el Observatorio de la Cadena Láctea.
También destaca que la producción de leche en todo el motor de exportación aún no funciona a pleno rendimiento. “Después de un período prolongado de crecimiento lento del suministro de leche, hay brotes verdes. Esto está liderado por un regreso a un crecimiento modesto en los EE. UU en julio. Los precios de la leche en la granja están elevados en las 7 grandes regiones de exportación, pero también lo son los costos”; señala el reporte y agrega: “Se espera un crecimiento de la producción de leche de Nueva Zelanda durante la primavera, pero los riesgos climáticos y las lluvias excesivas son importantes. El crecimiento de la oferta de la UE es difícil de alcanzar dadas las condiciones estacionales desfavorables y la escasez emergente de alimentos. El lento crecimiento de la UE hasta 2023 mantendrá bajo control la respuesta de la oferta mundial”.
La demanda se vuelve compleja
La consultora señaló en su reporte que los precios al consumidor de productos lácteos están aumentando (en algunos casos significativamente) en muchas categorías y regiones, por lo que existe un riesgo de demanda real. “Los importadores están en alerta máxima por el riesgo de suministro y la gestión de inventario y cadena de suministro. Los índices de precios al consumidor (IPC) están aumentando frente al debilitamiento del crecimiento económico, la disminución de la confianza del consumidor y las presiones generalizadas del costo de vida. El consumo de lácteos tendrá un nivel de resiliencia, con impactos de volumen que variarán según la economía. Sin embargo, la respuesta de los consumidores al aumento de los precios aún no se ha desarrollado por completo”, explica Rabobank.