Si bien la provincia de Santa Fe ya declaró su emergencia agropecuaria por sequía hace un mes en los 19 departamentos en los que se divide la geografía, que también fuera homologada por la Nación hace dos semanas, los productores precisan otro tipo de auxilios que vayan más allá de la prórroga de impuestos.
El Ejecutivo nacional aún no puede exponer medidas de disponibilidad de fondos concretas en un marco que no sólo tiene al tercer año consecutivo con déficit hídrico, sino que se combina con la suba de costos a causa de una inflación imparable, pero que también agrega montos a partir de la puesta en marcha del Programa de Incremento Exportador. En septiembre el primer Dólar Soja había subido valores en los alquileres de campos, hizo trepar los precios de los balanceados (20 por ciento en general y 41% en expeller de soja) y también de todos los granos en promedio.
En lo que se decía por única vez, hubo una reedición en este mes de diciembre que vuelve a complicar las cuentas en los tambos.
Con menos producción en la primavera, con precios que no llegan a correr al mismo ritmo que la inflación (75,7% entre octubre 21 y octubre 22), retenciones, bajos precios internacionales, merma en el consumo interno, el sector lechero se enfrenta a un panorama muy complejo para 2023.