Si bien productivamente los tambos no están enfrentando mayores problemas, ayudados por un clima benévolo para las vacas y las pasturas, los productores de leche están muy preocupados porque siguen las medidas gremiales en Conaprole, impulsadas por un conflicto entre el gremio y la empresa.
Las acciones que siguen tomando los trabajadores de la Cooperativa Nacional de Productores de Leche distorsionan la producción, generan desabastecimiento de productos en la plaza local y afectan al consumidor.
“Estamos muy preocupados, porque es un conflicto en donde perdemos todos. Perdemos los productores, los trabajadores tienen menos jornales y Conaprole pierde ventas”, explicó Justino Zavala, directivo de la Gremial de Productores Lecheros de Canelones.
El problema se centra en un reclamo de incremento salarial de 40% para el sector de los mecánicos, por lo que las gremiales de productores lecheros llaman a los trabajadores de la industria láctea a mantener la cordura. Mientras tanto, continúan las negociaciones sin mayor avance.
Días atrás, el presidente de la Asociación Nacional de Productores de Leche (ANPL), Leandro Galarraga, dijo que los productores están “indignados” por el conflicto, porque “no hay una multinacional sino que son industrias uruguayas y cooperativas, que están en manos de pequeños productores que nos vemos como rehenes y ahora también los almaceneros, los distribuidores que están mandando personal al seguro de paro por medidas que son injustificadas”, dijo el dirigente.
A su vez recordó que “en enero comenzó una negociación en los Consejos de Salarios en donde la Cámara de la Industria Láctea acordó un 2% de recuperación al salario”. Sin embargo, ahora el gremio de Conaprole reclama un área de mantenimiento en donde pretenden tener un 40% de aumento, que los productores entienden es injustificado, dado que su salario “supera ampliamente el salario mínimo nacional”.
Producción. Por otro lado, la remisión de leche es buena, pero se está por debajo del volumen remitido el año pasado a esta altura del año, reflejo de la salida de Olam, la empresa neocelandesa, del mercado uruguayo (eran 20.000 vacas).
Mientras tanto, el clima continúa ayudando a la lechería uruguaya, pero los productores se preocupan porque no hay lluvias anunciadas para lo que queda de mayo.
“Estamos en un momento del año en donde no hay una demanda atmosférica muy importante, no hubo heladas o fueron pocas, pero se precisa algo de lluvias para que los raigrases y las avenas continúen brotando vigorosamente. A la vez, las praderas también precisan lluvias que las ayude a moverse y rebrotar”, remarcó Zavala.
Los productores también siguen de cerca los costos, que se siguen incrementando, especialmente en lo que es precio de los granos, concentrados y fertilizantes, insumos básicos poder producir.
Los precios internacionales de los lácteos pararon de subir y comenzaron otra caída que, aunque es leve, vuelve a preocupar. Los remates mensuales de Fonterra, la empresa láctea que marca los precios base del mercado, llevan cuatro bajas consecutivas por la ausencia de China en el mercado y la logística.
Fuente: Rurales El País