Los mejores precios para los lácteos no están implicando mayor producción de leche. En Uruguay, la remisión de leche a planta está entre 3% y 4% por debajo del volumen del año anterior a esta altura, seguramente influida por la salida de la empresa neocelandesa Olam, que tuvo 66.000 vacas en Uruguay y 36 tambos. También influye la falta de lluvias en esa menor remisión.
Al momento de incrementar la producción de leche “los costos siguen pegando fuerte con un margen muy acotado”, explicó a El País Justino Zavala, directivo de la Agremiación Tamberos de Canelones.
Según los datos del Instituto Nacional de la Leche (Inale), el poder de compra de la leche en tambo está 20% por debajo respecto a 2014, que fue un año bueno.
“Si bien el precio de leche es muy bueno, el margen del negocio no tiene la misma proporción”, explicó Zavala, aunque admite que los tamberos están “mejor que el año pasado, pero no como deberíamos estar con este precio de leche”.
Fonterra.
Ayer, en la segunda licitación de junio de la láctea neocelandesa Fonterra, la leche en polvo entera, principal producto de exportación de Uruguay volvió a mostrar estabilidad, con contratos a futuro de US$ 4.084 por tonelada para julio y US$ 4.128 para agosto.
Asimismo, en leche en polvo descremada hubo una suba de 1% y la tonelada se pagó US$ 4.276, con contratos a futuro en suba para julio (US$ 4.338) y una leve baja para agosto (US$ 4.252). El precio de la manteca se valorizó 2,4% y quedó en US$ 6.213 por tonelada.
Por último, la tonelada de queso Cheddar cayó 9%, posicionándose en US$ 4.872. El Índice Global de Precios de Fonterra quedó en US$ 4.600, con una caída de 1,3% respecto a la subasta anterior.
Futuro.
La producción mundial de leche sigue cayendo por distintos motivos, pero la buena noticia es que la demanda se mantiene.
“La lógica es que los precios se mantengan y quizás hasta deberían subir un poco”, analizó Zavala. Los costos de producción continúan siendo una carga pesada para productores e industriales, además de los problemas en la logística que aún no se solucionaron por completo.
Los productores visualizan el futuro como bueno y aunque sufren la pérdida de producción de los verdeos por el invierno y la falta de lluvias, sostienen: “es más llevadero para el tambo un invierno seco que con barro”.