¿Cómo trabaja Alquería en materia de sostenibilidad ambiental?
Adriana Velásquez: Somos la primera empresa B del sector lácteo en Colombia. Estamos trabajando para mitigar el cambio climático, generar procesos de ganadería sostenible y de economía circular.
Háblenos de las metas que se han fijado.
A.V.: Una es ser una empresa plástico neutro en 2023. Esto significa recoger y gestionar el equivalente del ciento por ciento del plástico que ponemos en el mercado a través de diferentes acciones y alianzas; por ejemplo, con la Asociación Nacional de Recicladores (ANR). Queremos continuar con nuestros productos carbono neutro y ahora tenemos el reto de neutralizar el carbono de nuestras operaciones. Este año soñamos con consolidar el modelo de ganadería sostenible con fincas demostrativas y un modelo de fácil escalabilidad proveniente de nuestro programa Vaca Madrina. Para 2025 buscamos que al menos el 50 por ciento de nuestros envases y empaques estén diseñados con criterios de economía circular, además de ser una compañía positiva para el clima, es decir, compensar más allá de la neutralidad de las emisiones de carbono. Para alcanzar la meta de plástico neutro, tienen en marcha la iniciativa Retorna Alquería-Guardianes del Planeta.
¿En qué consiste?
A.V.: Es una iniciativa con la que le apostamos a generar cultura alrededor del reciclaje y de la labor que todos los ciudadanos tenemos de evitar que los materiales de empaque lleguen a rellenos sanitarios. Como primer objetivo, Alquería busca, mediante sus aliados, invitar a las comunidades a fin de iniciar procesos de reciclaje y devolución de los empaques plásticos de las bolsas de leche para, posteriormente, retornarlos a puntos de recolección. Asimismo, hemos creado proyectos con nuestros colaboradores y diferentes comunidades para fomentar herramientas de educación que los impulsen a trabajar en pro del planeta, generando conciencia y una cultura de responsabilidad ambiental.
¿Cuáles son los tres propósitos principales de esta iniciativa?
A.V.: Primero, aprender y resignificar la labor de los recicladores de oficio en nuestro entorno. Segundo, conectar a jóvenes estudiantes con la labor del reciclaje para incorporar buenas prácticas con sus familias en casa. Y, tercero, fomentar prácticas en el consumidor que permitan mejorar la calidad del reciclaje que le llega al reciclador de oficio.
¿Cuál ha sido el impacto de esta iniciativa hasta la fecha?
A.V.: Hemos logrado recuperar más de 2.500 toneladas de residuos plásticos. En 2021 impactamos a 3.850 personas y en 2022, a 25.500 personas. Se logró construir en 2022 un total de cinco parques infantiles con madera plástica como celebración al trabajo en conjunto de 13.000 familias y más de 14.300 estudiantes de 20 instituciones educativas en diversos municipios de Cundinamarca, quienes lograron recolectar, recopilar y entregar a asociaciones de recicladores de oficio alrededor de 30 toneladas de residuos aprovechables.
¿Cómo ha sido la articulación con otros actores?
A.V.: Hemos entendido que solos no se logra hacer nada. Por eso, vemos a la ANR como parte de la cadena de valor, además del consumidor. Siempre buscamos esos aliados con los que compartamos valores y nos ayuden a llegar a la meta, en este caso Makro, el Banco de Alimentos, diversas instituciones educativas oficiales de Cundinamarca y la Asociación de Bancos de Alimentos de Colombia (Abaco), entre otros.
¿Por qué es tan importante el oficio del reciclador?
A.V.: Hace cuatro años tenemos una alianza con la Asociación Nacional de Recicladores, con la que no solo logramos un beneficio para Alquería, sino la resignificación de la labor del reciclador de oficio. La mejor frase que define su trabajo es que el reciclaje sin el reciclador es basura.
La alianza con la ANR
La Asociación Nacional de Recicladores (ANR) y la Asociación de Recicladores de Bogotá (ARB) llevan tres años de una alianza de trabajo mancomunado con Alquería. Nohora Padilla (N. P.), directora de la ANR, profundiza en esta estrategia.
¿Cómo surge esta alianza?
N. P.: Se forjó precisamente porque tanto Alquería como los recicladores teníamos problemas de manejo del pastico, razón por la cual entre las dos entidades hemos buscado la manera de darle solución.
¿Cómo se benefician las dos partes?
N. P.: A los recicladores nos sirve porque podemos tener materia prima recuperada de alta calidad en el mercado, en un momento en el que los plásticos tienen una problemática tanto para la comercialización como para la disposición final. En el caso nuestro estamos desarrollando un proyecto de madera plástica, con la cual logramos dar mesas y parques infantiles a colegios, elementos para la agricultura, y hemos podido construir algunas casas para los recicladores.
Fuente: Semana