Como se prevé que la población mundial aumentará un 30% en las próximas tres décadas y que las tierras agrícolas disponibles se reducirán en 250 millones de acres para 2050, el sector agrícola se enfrenta a un enorme desafío.
Recientemente, en la Conferencia sobre Gestión Financiera y de Riesgos Lácteos del Centro de Excelencia en Harrisburg, Pensilvania, tres productores hablaron sobre su recorrido de innovación y tecnología como forma de alargar la vida de sus operaciones.
El viaje de Alan Waybright hacia las mejoras tecnológicas
Ubicada en Mount Rock, Pensilvania, la granja de Alan Waybright es un ejemplo convincente de cómo la innovación puede impulsar el éxito en la producción lechera. La granja, adquirida en 2019, comenzó con 650 vacas y desde entonces ha crecido a 940 vacas. Estas vacas ahora producen 92 libras de leche, con niveles de componentes de 4,2 % de grasa butírica y 3,3 % de proteína en un programa de ordeño de cuatro veces al día.
Un factor importante de este éxito ha sido la modernización tecnológica implementada en la granja. La familia invirtió en la modernización de su sala de ordeño, que pasó de tener una ordeñadora de espina de pescado de 12 pulgadas a una nueva sala de ordeño rotativa Delaval para 50 vacas equipada con un brazo robótico de pre y post ordeño, lo que mejoró la eficiencia, ya que ahora todas las vacas pueden ordeñarse en menos de cuatro horas. Además, añadieron un nuevo establo para terneros, una plataforma de ensilado de 210 x 240 y un establo de cuatro hileras con 160 puestos. Estas mejoras no solo mejoraron la productividad, sino también el bienestar animal y la gestión de la granja.
Además, la granja trabaja con Total Farm Marketing para mitigar el riesgo ayudando a reservar futuros de productos básicos y leche.
“Contamos con todo un equipo que puede ayudarnos a tomar decisiones que puedan beneficiar nuestro futuro”, afirma Waybright.
La transformación de la automatización de Brake
Matthew Brake, de Oakleigh Farm, ordeña 120 vacas Holstein registradas y cultiva 160 hectáreas, todo con mano de obra familiar. En diciembre de 2019, la familia sufrió un incendio en el granero que los obligó a cambiar de paisaje y centrarse en la automatización. Menos de un año después, la familia reconstruyó y agregó dos robots Lely.
“Obviamente, no queremos volver a pasar por eso ni deseamos que nadie tenga que pasar por eso, pero es realmente asombroso ver cómo la tecnología puede trabajar en conjunto”, dice, señalando que las cortinas de los establos están automatizadas, junto con los ventiladores. “Además, todos los datos que obtenemos de los robots. Es bastante asombroso”.
Brake dice que el cambio a robots ha aumentado la producción y reducido la necesidad de mano de obra.
“Gracias a la tecnología tenemos más flexibilidad y tiempo para la familia”, añade.
Peckman: Abrazando la diversidad y la tecnología
En Slate Ridge Dairy Farm, Inc., Ben Peckman destaca la importancia de la diversidad para mitigar los riesgos. Además de ordeñar 170 vacas, la familia cría 100 animales jóvenes y 150 novillos y tiene una explotación agrícola de alrededor de 1100 acres. «La diversidad es nuestra tecnología clave», afirma Peckman.
“No se puede comprar, pero es rentable. La diversidad es nuestra arma secreta para combatir el clima, los mercados y otros riesgos”.
Peckman utiliza una variedad de tecnologías, entre ellas, guía GPS, embragues de hileras de sembradoras, siembra a tasa variable, control de secciones de la barra pulverizadora y monitoreo de rendimiento para optimizar las operaciones. También utilizan la medición diaria de materia seca del forraje y la aplicación para teléfono y taza SCiO para realizar ajustes, lo que genera ingestas y producción más consistentes y mayores componentes. La granja tiene un empujador de alimento robótico que impulsa mayores ingestas de alimento fresco y ahorra mano de obra, y controles de ventilación automatizados, ventiladores, cortinas, aspersores y un pasteurizador de leche de ternera móvil.
Peckman señala que, por sí sola, cada una de estas tecnologías supone inversiones relativamente pequeñas.
“Sin embargo, son bastante asequibles para las lecherías de tamaño pequeño y mediano”, afirma. “Se suman y tienen un gran impacto en nuestras operaciones diarias y, en última instancia, en nuestra rentabilidad”.
Al adoptar tecnologías avanzadas y estrategias diversas, los productores no solo mejoran la eficiencia y la productividad, sino que también garantizan operaciones sostenibles y rentables para el futuro.
Por Karen Bohnert – Fuente: Portal Dairy Herd – Farm Journal