Del total de la leche que se acopia a nivel industrial en Ecuador, el 53% se destina a leche fluida; 16% para quesos; 12% a yogur y la diferencia para la producción de mantequilla, manjar y postres.
La preferencia de los lácteos se mantiene a la baja en Ecuador. De acuerdo al Centro de la Industria Láctea del Ecuador (CIL), en el 2024 el consumo de leche equivalente fue de 112 litros por habitante, 30% menos de los 160 litros recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y 2% menos de lo ingerido en el 2022.
El consumo está incluso por debajo del promedio de Latinoamérica. En Argentina y Uruguay, por ejemplo, está en alrededor de 200 y 220 litros, mientras que en Colombia llega a los 130 litros.
En el 2024, la recepción de leche cruda también mostró una reducción para las 11 industrias que forman parte del CIL; en este periodo se receptaron 494,95 millones de litros, 1,22% menos que en el 2023.
Actualmente, del total de la leche que se acopia a nivel industrial, para procesar el 53% se destina a leche fluida (entera, semidescremada y saborizada); un 16% se emplea en la elaboración de quesos; el 12% a yogur, mientras que la diferencia va para la producción de mantequilla, manjar y postres.
La directora del CIL, Verónica Chávez, afirma que los mayores picos de consumo del lácteo en el país se dan por los niños en etapa escolar, especialmente en la sierra. Sin embargo, resalta que las investigadoras de mercado Kantar y Nielsen muestran en los últimos cinco años una caída del 12% de estos productos dentro de la canasta del shopper.
Ley de la leche
En mayo de 2022, la Asamblea Nacional aprobó una ley para fomentar la producción, comercialización, industrialización, consumo y fijación del precio de la leche y sus derivados.
El sector lechero nacional había solicitado previamente la emisión de un reglamento que permita promover, regular, asegurar, garantizar y fortalecer la producción primaria de leche cruda. La Ley dispone que, además del precio fijado, se consideren los componentes de calidad higiénica y sanitaria.
Verónica Chávez señala que, si bien el reglamento está vigente desde junio de 2024, aún es prematuro cuantificar su impacto, porque el año pasado los cortes de energía afectaron a toda la cadena productiva. Pero insiste en que es necesario seguir trabajando en temas de calidad.
Desde el CIL y el Clúster Lácteo se está trabajando en impulsar el consumo de la leche y en hacer que los pequeños ganaderos se inserten en la cadena informal para que puedan recibir capacitación en mejores prácticas y con ello puedan acceder a un mejor precio. En el 2024 el precio del litro de leche fue de 0,55 centavos.