Con equipo viejo y obsoleto, los 10 laboratorios de Liconsa –empresa de participación estatal mayoritaria– realizan los controles de calidad a las materias primas, insumos, leche en proceso y leche terminada que compran alrededor de cinco millones de beneficiarios en el país.
Algunos equipos de laboratorio son tan viejos que ya no existen en el mercado refacciones para repararlos y alargar su vida útil, otros equipos son echados a andar con refacciones improvisadas por los trabajadores, reconoce Liconsa en un informe en poder de EMEEQUIS.
“Actualmente los equipos de laboratorio con los que cuentan las plantas de Control de Calidad de las Gerencias Metropolitanas y Estatales de Liconsa S.A de C.V han rebasado su tiempo de vida útil; tienen más de 20 años, convirtiéndose en obsoletos, algunas refacciones que son críticas para el correcto funcionamiento de los equipos ya no existen en el mercado, algunas otras se han sustituido por piezas improvisadas de calidad deplorable que no forman parte del equipo”, afirma.
Liconsa procesa leche líquida y leche en polvo, diariamente se distribuyen en promedio 3 millones 150 mil litros de leche en México. Los beneficiarios de Liconsa son hogares con menores de 6 meses a 12 años de edad, mujeres de 13 a 15 años, mujeres en periodo de gestación o lactancia y de 45 a 59 años, personas con enfermedades crónicas y personas con discapacidad y personas adultas mayores de 60 años.
En el laboratorio de Colima el refrigerador para uso general de 12 pies de 340 litros número de serie TSG12RPGA “ya no funciona y no tiene reparación”; y el Crióscopo, equipo para la determinación del porcentaje de agua añadida Mod. 4d3. presenta “continuos mantenimientos correctivos”.
Parte del reporte interno al que tuvo acceso EMEEQUIS.
En Jalisco la incubadora concluyó su vida útil y lleva más de 30 años de uso; el equipo de infrarrojo para análisis de la leche cruda “el fabricante ya dio de baja este tipo de equipos, no hay repuestos”; la balanza analítica presenta fallas, “se está solicitando su reposición para contar con equipo que funcione correctamente y para proporcionar resultados confiables”.
Las fallas en los equipos impactan en la disminución de la eficiencia y la operatividad de los Laboratorios de Control de Calidad.
“Los equipos generan altos costos de mantenimiento, ya que ante la presencia de fallas se deben realizar mantenimientos correctivos que al ser equipos antiguos, llegan a ser muy tardados y caros (por tener que conseguir las piezas o fabricarlas, según la necesidad), provocando retrasos en los análisis de liberación de materia prima y producto terminado”, admite Liconsa.
Al generarse retrasos en la operación, los costos operativos se elevan, ya que el personal se ve obligado a esperar a que los equipos funcionen para poder realizar las pruebas o debe repetirlas por la falla de alguno de ellos, lo cual implica tiempo adicional en sus lugares de trabajo y mayor gasto de insumos de pruebas.
En los laboratorios de Michoacán, el Autoclave, Bomba de vacío, Equipo infrarrojo y la Parrilla eléctrica terminaron su vida útil.
En Querétaro, la Balanza de precisión quiere mantenimientos correctivos y continuamente está fuera de operación, el Equipo de Absorción Atómica tiene 21 años de antigüedad, se requiere el cambio de varias refacciones obsoletas que ya no se encuentran vigentes en el mercado, el Horno de digestión y el Analizador de nitrógeno están fuera de uso, debido a la antigüedad, y las refacciones no se consiguen, la Mufla tiene antigüedad de más de 30 años, y ya no se consiguen las refacciones.
En Tláhuac (Ciudad de México), la Balanza Granataria, el Compresómetro, el Crióscopo, el Recirculador enfriador, el Microscopio, el Zonoscopio, el Amperímetro, concluyeron su vida útil y su mantenimiento es mayor, las refacciones son escasas corriendo el riesgo de no encontrarlas.
La historia se repite con otros equipos de laboratorio, por ejemplo, en Tlaxcala, Oaxaca y Veracruz.
La leche Liconsa es consumida por millones de mexicanos. Foto: Especial.
Los 10 Laboratorios de las Gerencias realizaron en 2022 más de 1.7 millones de análisis y se tiene una proyección de crecimiento de pruebas de 1.72 por ciento, por lo que se requiere la sustitución de los equipos dañados y obsoletos.
“Se han realizado los mantenimientos preventivos conforme a lo indicado por el fabricante, ya no se identifican medidas de optimización realizables que disminuyan la problemática (…) comparando los análisis que ofertan los laboratorios de las 10 plantas contra los análisis que demanda el programa de Abasto Social, se observa un déficit que aumenta año con año durante el horizonte de evaluación: 2022 a 2027”, expone Liconsa.
Son 79 equipos los que Liconsa requiere sustituir y por lo que se retrasan los análisis de laboratorios programados para la elaboración de la leche de los mexicanos que más lo necesitan, los cuales el gobierno de México no ha podido adquirir en cuatro años a pesar de saber las fallas que presentan los equipos.
EMEEQUIS buscó una postura de SEGALMEX-Liconsa sobre los equipos obsoletos de los laboratorios de control de calidad, y al cierre de la edición, no se obtuvo ninguna respuesta oficial ni comunicación.
Fuente: EMEEQUIS