La bebida nutricional está fermentada naturalmente con los compuestos nutricionales que este producto tiene, mientras que la transformación en gaseosa ayuda a los microorganismos para mantenerse vivos.
La médica veterinaria a cargo del proyecto, Gladys Obregón, explicó que aún se encuentra en una fase inicial pero las expectativas “son alentadoras, en especial porque la bebida obtenida tiene un gusto muy agradable“.
De todos modos, todavía falta que se ajuste la formulación para lograr que sea un producto estandarizado, y ampliar la información de sus propiedades para determinar los tipos de organismos que contiene.
La estudiante Victoria Canteros, integrante del grupo de investigadores, explicó que se utilizó suero congelado para comprobar si los microorganismos seguían activos tras su preservación en frío.
“Los ensayos se realizaron con suero de yogur de leche de búfala, y en algunas pruebas se utilizó kéfir de leche, pero con la formulación ajustada se podrían utilizarse distintos tipos de suero, tanto de búfala como de leche vacuna”, detalló.
Hasta el momento la bebida nutricional frutal forma parte de la marca FAVET, que elabora la Facultad de Veterinaria de la UNNE, pero se espera que esta idea se pueda integrar a grandes mercados.