Con el objetivo de fortalecer la resiliencia y adaptación de la industria lechera a los efectos del cambio climático, mediante la adecuación de la infraestructura para responder al contexto productivo, ambiental y normativo, Conaprole desarrolló el proyecto “Infraestructura sostenible y resiliente para apoyo de los productores lecheros”.
Ese emprendimiento requirió una inversión de U$S 13 millones, con el financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo y la cooperativa láctea. Ese proyecto, que empezó en 2012, deja “mucho conocimiento, equipos técnicos capacitados y buenos resultados”, dijo el vicepresidente de Conaprole, Alejandro Pérez, en el programa Punto de Equilibrio en Carve y revistaverde.com.uy.
Resaltó que las inversiones comprendieron obras en infraestructura de caminería, agua, efluentes y patios de alimentación, pensando en “un buen manejo de los efluentes sólidos del tambo, del riego y el bienestar de los animales”.
“Gran parte del proyecto transcurrió en momentos de dificultades para la lechería muy importantes”, señaló. Al tiempo que comentó que el dinero otorgado para ese plan fue “no reembolsable”. El proyecto alcanzó a 480 tambos asesorados, de los cuales 45% pertenecen a la escala familiar.
Pérez manifestó el interés de Conaprole de continuar con varios proyectos vinculados a la eficiencia energética y el reciclaje de productos.
En cuanto a la remisión de leche, el ejecutivo dijo que “mayo cerró con un 4% menos” de volumen remitido a plantas en comparación a igual mes de 2021. Si se considera un período de 12 meses, la disminución es de casi 1%, debido principalmente al peso de la salida de Olam, sostuvo.
Planteó la intención de “revertir” esa situación, pero adelantó que el actual “ejercicio cerrará con menos litros de leche” respecto al anterior, cuando se remitieron 1.542 millones de litros. El precio de la leche al productor de mayo cerrará en 18 pesos, que son US$ 0,44, lo que es un “buen precio”, destacó.
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