Productores observan varias señales de mercado que así lo indicarían, pero no pueden precisarlas porque consideran que algunas de ellas resultan contradictorias.
Una posible contracción de la demanda de leche al consumidor e incluso en los subproductos lácteos, estaría presentándose en el departamento de Antioquia, situación que se atribuye principalmente a los altos precios de estos productos que se constituyen de alto valor nutritivo para la ingesta de las personas.
Además de esto se observa escasez de algunos derivados lácteos –como la mantequilla y otros– producidos por algunos industriales para el mercado departamental.
Otro factor de mercado es que se aproximan las vacaciones escolares de mitad de año y por dicha razón, se esperaría que la demanda se disminuirá.
“Entonces son tres aspectos de gran influencia en el mercado, uno, los altos precios, dos, la escasez de algunas referencias de lácteos y, tres, la caída del consumo que se prevé generará por las vacaciones escolares”, señaló Roger Martens, presidente de la Corporación Antioquia Holstein.
Otras señales de la contracción de la demanda
Según el dirigente, de todas maneras, la demanda se puede ver reducida por otras señales que son contradictorias y que se pueden resumir brevemente.
Una de ellas se relaciona con la capacidad adquisitiva del colombiano medio que no muy alta. Sucede que entre más bajo sea el estrato del consumidor, mayor es el porcentaje de los ingresos que esta persona destina a la alimentación. Y la leche no es el único producto en el que se ha incrementado el precio de manera ostensible, sino que ha sucedido en muchos artículos de la canasta familiar.
Entonces la contracción de la demanda de leche y de derivados lácteos puede obedecer a una reorganización de las compras de las familias pues, sí tienen un determinado presupuesto para hacer su mercado, sucede que dejan de comprar algún alimento para hacer alcanzar ese ingreso que no están en capacidad de aumentar.
Por lo anterior se ven abocados a dos caminos: uno, a comprar menos de ese alimento, y dos, sustituirlo por otro. Por ejemplo, si una familia ya no puede comprar carne sea de res, cerdo o pollo, tiene que comprar otra proteína de menor precio como es el caso del huevo de gallina.
Disminución del precio al productor
En ese escenario en algún momento resultará afectado el precio pagado al productor ganadero pues lo llevará a la disminución de su valor.
Eso se observará posiblemente en la contracción de los valores que paga la industria al productor por el concepto de la calidad composicional de la leche que lo hace a través de las bonificaciones voluntarias.
“No veo la oferta de leche tan grande en el país como para que los ganaderos pasen al escenario de que empiecen a dejar la leche en las fincas. Esa situación no la veo en el corto plazo”, resaltó el dirigente.
Reducción productiva
Nosotros estamos en el norte de Antioquia y se producen algo más de 2,5 millones de litros diarios. Esta es la cuenca lechera más importante del país.
De hecho, al finalizar el año pasado se observó una reducción de esa producción por dos factores específicos e importantes tanto el uno como el otro: el primero, porque el productor no había compensado el precio con los costos de producción, entonces se contempló ese rezago.
El segundo componente se debió a los factores climáticos, esto es, que hubo un invierno muy fuerte –que inclusive en esta mitad del año 2022 también la hemos tenido– y eso ocasionó que no hubiera suficiente oferta de pasto para alimentar a los animales, por tanto, produjeron menos volumen de leche.
Estas son las señales, que hacen pensar que existe un resentimiento de la demanda de leche en Antioquia.
Fuente: Contexto Ganadero
