Esto se debe al crecimiento bacteriano en tejidos y en ambientes semicerrados. El control del estrés calórico debería formar parte del plan sanitario de prevención en todo tambo.
Invertir en instalaciones adecuadas para minimizar efectos del estrés calórico es una buena medida para maximizar la producción de leche. El estrés por calor también produce efectos negativos durante la preñez; como resultado de la reducción del flujo sanguíneo al útero, se observa una reducción del volumen placentario, reducción del tejido fetal, partos tempranos, terneros débiles con bajo peso al nacimiento o muertos y baja calidad del calostro. Por lo tanto el manejo de estrés por calor debe ser enfocado tanto a las vacas lecheras de alta producción como a las vacas secas.
• Las vacas prefieren estar de pie para reducir la superficie corporal expuesta al sol o se agrupan bajo la sombra o cerca de fuentes de agua cuando la sombra no está fácilmente accesible.
• Respiración rápida y superficial, jadeo con el hocico abierto y salivación a altas temperaturas. En vacas lecheras, frecuencias respiratorias mayores a 50 rpm son signos de estrés y sobre 100 rpm son indicativas de medidas de enfriamiento urgentes.
• Escala de jadeo > 1 es indicativo de estrés y puntaje de 4.5 indica riesgo de muerte. Cuando se calcula el promedio de jadeo de 20 animales, puntajes entre 0.8 y 1.2 son indicativos de estrés térmico elevado, mientras que valores> 1.2 son indicativos de estrés térmico extremo y requieren medidas de monitoreo y enfriamiento en el rebaño.
• Aumento de sudoración y salivación.
• Rumiantes expuestos a estrés por calor son más propensos a laminitis, acidosis y timpanismo debido a la reducción del bicarbonato sanguíneo producto del aumento de la frecuencia respiratoria y excesiva salivación
• Proveer sombra y protección de la radiación solar directa en las áreas de alimentación/pastoreo, patios de espera y zona de playa de alimentación. Los árboles son excelentes medios de protección debido a que aumentan el enfriamiento por medio de la evaporación de agua desde las hojas, debe cuidarse el exceso de orina y estiércol alrededor dado el agrupamiento de animales, un cerco perimetral puede ayudar. .
Provisión de sombras móviles o permanentes mediante mallas que bloqueen la radiación solar por sobre 80 %. Debe existir suficiente espacio para que cada vaca pueda usar la sombra durante el periodo de máxima radiación. Siempre diseñar para promover la aireación. Se recomiendan 4.2 m2 de sombra por vaca para mejorar la eficiencia de conversión alimenticia. La medición de la sombra debe realizarse a medio día cuando el sol se encuentra en su punto más alto y la radiación solar es extrema.
Además de disminuir la producción un 20% por menos consumo de alimento, también disminuye la concentración de proteína y grasa de la leche.
• Agua limpia y fresca (segura) debe estar siempre disponible bajo sombra o en zonas protegidas de la radiación solar. El agua debe estar cercana al lugar donde se encuentra el ganado con suficiente espacio para que todos los animales tengan acceso. El ganado evitara caminar durante las horas de más calor para buscar agua, por lo tanto el número de fuentes de agua debe aumentar si la distancia a recorrer es mayor de 500 m, es recomendado que las fuentes de agua ubicadas a menos de 200 m de la zona de sombra.
• El uso eficiente de ventiladores y aspersores de agua en los patios de espera, área de comenderos y túneles de enfriado, ayudan a aliviar el estrés por calor. Trabajos realizados en Australia han demostrado que 30 minutos de aspersión de agua y ventilación aumentan la producción diaria de leche en hasta 1 L, mientras que 60 minutos de enfriamiento aumentan la producción diaria de leche en 1.5 L en temporada calurosa. El aspersor debe entregar gotas grandes que mojen completamente la piel de la vaca pero este sistema no debe ser utilizado en la sala de ordena ni en las zonas de descanso.
Por Claudio Glauber – Email: [email protected]
Fuente: https://www.todolecheria.com.ar/