La leche y sus derivados pueden ser alimentos muy saludables, pero solo si contiene toda la grasa y si se hace en porciones moderadas. Este alimento cuenta con importantes nutrientes que ayudan en la prevención de algunas enfermedades. Conozca cuáles…
Fauna Medicina escribe el texto llamado Nutrición ancestromoderna para la próxima generación en donde expone que la grasa de la leche proporciona importantes vitaminas como las A, D y K2, que son necesarias para absorber el calcio, fósforo y otros minerales presentes en la leche. Además, la grasa de la leche facilita mucho su digestión y también reduce el riesgo de intoxicaciones.
Está demostrado científicamente que la mejor leche proviene de las vacas que viven en el exterior y comen hierba verde, y no está procesada, es decir, no ha sido pasteurizada u homogeneizada como se explica en el texto mencionado.
La pasteurización es un tipo de tratamiento de calor que elimina gran parte de los beneficios de la leche y la hace muy difícil de digerir. La homogenización rompe los glóbulos de grasa de la leche y produce compuestos que la hacen menos saludable.
De acuerdo a lo expuesto en el documento, muchos profesionales de la salud afirman que es peligroso consumir leche cruda, pero está demostrado que la leche pasteurizada produce más intoxicaciones que la cruda.
En el pasado, la leche cruda se utilizaba en clínicas para curar enfermedades. Algunos estudios han demostrado que la leche cruda es mucho mejor que la leche pasteurizada para fortalecer los huesos y los dientes, y para crear resistencia a las enfermedades. La leche cruda protege contra las alergias y el asma, y a menudo, mejora el comportamiento de los niños.
El médico Fernando Fernández Bueno dice en su canal de Youtube que “está clarísimo que, en la infancia, el consumo de leche materna, sobre todo en las etapas de lactantes, es el mejor alimento que existe. Sin embargo, también existe evidencia donde se muestra que el consumo de leche animal tanto en edades infantiles como adolescencia previenen el futuro de osteoporosis e incluso de algunas enfermedades cardiovasculares”.
La leche está compuesta por agua, lactosa como hidrato de carbono, grasa con 3.5-6% de su composición, proteínas, minerales como el calcio, fósforo y magnesio, pero también tiene vitaminas. Gracias a esto, es un alimento de un alto contenido nutritivo.
De acuerdo con Fernández Bueno, “con dos vasos de leche diaria, cubrimos el 50% de parte de los requerimientos nutricionales que se necesitan en la edad adulta”.
El experto dice que hoy en día a nivel mundial, al menos un 10% de las personas no son tolerantes a la lactasa llegando al punto máximo de 15%. En los casos donde se es intolerante, existen opciones de leche de vaca que no contienen lactosa.
“Eso no quiere decir que la leche sea un mal alimento, al contrario, es un muy buen alimento y se debe promocionar su consumo sobre todo en algunos grupos poblacionales para la prevención de la osteoporosis”, afirma Fernández Bueno.
A continuación, se explican algunos hechos interesantes sobre la leche entera cruda mencionados en el texto Nutrición ancestromoderna para la próxima generación:
– La leche cruda contiene una enzima llamada lactoperoxidasa que destruye las bacterias dañinas, esta no funciona correctamente tras la pasteurización.
– Contiene una enzima llamada lactoferrina que previene la anemia. Esta enzima no funciona correctamente tras la pasteurización.
– Contiene sustancias especiales que ayudan a reforzar el tracto digestivo, cuando se pasteuriza la leche, estas sustancias no funcionan bien y puede ser irritante para el tracto digestivo.
– Contiene bacterias especiales llamadas lactobacillus que son buenas para el humano. Cuando se tiene muchas de estas en el tracto digestivo, se digiera la comida de manera más eficiente.
– Contiene glóbulos blancos y muchos otros componentes importantes que se encuentran en la sangre. Por esta razón, la leche cruda apoya al sistema inmunitario.
– Contiene importantes grasas que apoyan la salud humana de muchas maneras, que se dañan durante la pasteurización y homogenización.
Fuente: CONtexto Ganadero